Ni siquiera en el trastero. Jesús nació en la cuadra (M. E. Bruzzone)


M. Bruzzone y A. Álvarez Valdés
Ante las "discusiones" que se están dando con respecto al lugar de nacimiento de Jesús, haciendo referencia a que no habría sido en Belén sino en Nazareth —postura que, incluso, por lo que he podido leer es sostenida por Xabier, al menos como "la más probable"— y teniendo en cuenta también (o en especial) el pesebre que se habría construido en la Plaza San Pedro (desplazando también de allí el tradicional "Belén" de San Francisco) me he atrevido a solicitarle a Xabier que consigne en su blog una líneas que redacté hace ya unos 10 años, oportunidad en que lo hice para tratar de explicar a algunas personas que los hechos de Dios son siempre muy naturales.
Y lo hago, no sólo porque me parece que presenta algunos elementos que deberían ser tenidos en cuenta, sino también porque lo esencial de la idea que sostengo no me pertenece, ya que lo aprendí de un autor argentino (el P. Ariel Alvarez Valdés, un sacerdote que en aquellos años vivía en Santiago del Estero aunque no sé si aún continúa allí (y allí continúa, nota de XP) y hasta hay una que otra cosa (que coincide con su pensamiento) que también había podido observar en una nota que apareció en esa época en televisión (no recuerdo bien por que canal fue, si National Geografic, Diskovery, u otro parecido ... y disculpen cualquier error —u horror— en mi inglés).Obviamente comprenderán que he tratado de "mejorar" un poco la redacción de aquellas líneas (espero haberlo logrado) procurando que queden como un artículo, o algo por el estilo y no una simple ayuda memoria.El trabajo de Ariel está publicado enel Boletín Salesiano nº 537 ((y debe estar en alguno de de sus libros: Enigmas de la Biblia I-VI o Qué sabemos de la Biblia I-II, publicados todos en San Pablo, tanto en Buenos Aires como en Madrid, nota de X. P.))
De Nazaret a Belén. Un viaje planeado
Con motivo de esta popular y querida fiesta de toda la cristiandad, creo conveniente comentarles algunas ideas que he aprendido con respecto a la Natividad del Señor Jesús, de un artículo de Ariel Alvarez Valdés.
Previamente es conveniente que refresquemos la "imagen" que todos tenemos sobre este tema, la cual surge de los tradicionales "pesebres" y de muchas estampas, cuadros y, por supuesto también, de las enseñanzas que hemos recibido desde nuestra más tierna infancia.
José y María, ésta a punto de dar a luz, viajan a Belén ya que José estaba obligado a registrarse en un censo ordenado por el emperador Augusto. Llegan durante una fría noche de diciembre.
Por carecer de dinero no encuentran habitación en el albergue. Tampoco son recibidos en distintas casas de familiares y amigos que ellos recorren en busca de alojamiento, por lo cual se ven obligados a refugiarse en una gruta cercana donde había algunos animales, lugar en el cual nace finalmente el Niño Jesús, al que recuestan en un pesebre.
Sobre esta "representación", que estoy seguro todos tenemos gravada en nuestras mentes como algo COMPLETAMENTE CIERTO (yo diría casi como "una verdad de fe") es conveniente señalar dos aspectos:
el primero es que no responde "necesariamente" al texto del Evangelio,
y el segundo la aparente falta de previsión de José, con lo cual parecería que el buen Padre Celestial le habría "errado como a las bochas", cuando lo eligió a él como responsable del cuidado y la crianza de Jesús.
¿Un descuido de San José?
Para tratar de explicar un poco mejor la cosa, me permito transcribir el texto del Evangelio de Lucas que relata el suceso:
«En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo... Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazareth, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue» (Lc. 2,1-7).
Como podemos ver claramente, allí no se menciona para nada que ese trayecto lo realizaran a "último momento".
Menos aún que hubiesen recorrido distintas casas en busca de asilo, o que careciesen de dinero para pagar su hospedaje.
Son cosas que desde siempre hemos oído, como una explicación "razonable" al hecho de haberse refugiado en un pesebre para el nacimiento del Niño.
Sin embargo, esa "imagen" implica —insisto en esto— una falta de cuidado en José, ya que no sólo habría realizado un viaje realmente agotador para una mujer a punto de alumbrar (unos 150 Km.., efectuados en el mejor de los casos a lomo de mula, que, dicho sea de paso, tampoco aparece en el relato) sino que la habría sometido a ese trajín sin ninguna necesidad, toda vez que para cumplir con el censo bastaba que concurriese el varón, pues las mujeres en la antigüedad, casi ni contaban.
Por otra parte no coincide con un hecho que era (y que aún es), sumamente importante en aquella zona: el deber de hospitalidad.
En efecto; para todos los pueblos semitas, el acoger a los viajeros constituye una cuestión de honor, cuya violación constituye algo sumamente grave.
Esa actitud generalizada tiene su origen, en las dificultades derivadas de las zonas desérticas que constantemente deben atravesar, donde la supervivencia del viajero depende del apoyo de quienes están establecidos en los lugares en que existe agua y pasto para los animales.
Pues bien; ese deber, según el relato "tradicional" de la Navidad al que hice referencia, no habría sido cumplido por ningún pariente ni amigo de José, circunstancia que —por sí sola— está más allá de toda lógica.
La “posada” de de Belén: De la habitación central al trasero
Todo este problema surgiría de un simple error en la traducción de la palabra griega «katályma», que en el Evangelio figura como albergue (en algunos se dice posada) término que admite también otro significado: "pieza o habitación".
En la Palestina, las viviendas consistían en un único ambiente grande, que de acuerdo a los horarios cumplía distintos roles, es decir, que a lo largo del día era cocina comedor, sala de estar o dormitorio, o sea que normalmente no existían cuartos separados para dormir, tal cual como tenemos nosotros ahora.
Sin embargo, solían contar con un lugar o pieza pequeña anexa (katályma), separada del ambiente o vivienda principal por una simple tela (una especie de cortina, aunque quiero aclarar que por televisión mencionaron, en cambio, que era una pieza "elevada", es decir que estaba por sobre la zona de vivienda común) y en la cual se guardaban ciertos elementos (por ejemplo, durante el día se colocaban allí las esteras enrolladas, y que utilizaban como camas durante la noche). También estaba reservada para eventuales visitas (para que ellos contasen con algo más de privacidad) y asimismo era —y esto es lo más importante en el asunto— el lugar utilizado para que las mujeres diesen a luz a sus hijos.
En este último sentido debemos recordar, que conforme las disposiciones de la Ley Mosaica la parturienta quedaba "impura" durante 40 días si el hijo era varón, y 80 si era mujer [Lev. 12,1-5] (vaya uno a saber por que causa había esa "pequeña" diferencia ... ¿machismo, que le dicen?), por lo cual debía estar apartada de todos (por lo menos durante 7 ó 14 días, según fuese el sexo del recién nacido) ya que, si alguien la tocaba, o entraba en contacto con cualquier elemento que hubiese sido simplemente rozado por ella, "adquiría" también la "impureza".
Pues bien, si releemos entonces el Evangelio de Lucas diciendo "pieza" en lugar de "albergue", podemos advertir que no sólo no existió ese defecto de hospitalidad (realmente inadmisible en aquella zona), ni que hubo falta de diligencia en José, sino que, sencillamente, y tal vez merced a la protección brindada por la Sagrada Familia a algún viajero que ocupaba la "katályma" de su propia casa de Belén, optaron por retirarse al pesebre de la misma (todas las viviendas tenían uno) cuando llegó el momento del nacimiento de Jesús.
De la habitación trasera al pesebre de la cuadra.
Y es posible afirmar eso, ya que el término «katályma» también lo emplea Lucas al hablar de la "sala" donde se reúnen Jesús y los Apóstoles en la Última Cena, mientras que para hablar de albergue, en la parábola del buen samaritano, utiliza el vocablo «pandojéion».
Con esta interpretación, vemos que el Nacimiento de Jesús no ocurrió en ese lugar (el pesebre) por una falta de previsión de San José, y menos aún que fue realizado realmente "pobre" porque no tuviesen dinero, sino por una libre y legítima opción de María y José, quienes prefirieron dejar lo que ellos tenían en favor de otros (la nueva visita que habían recibido), actitud de generosidad y desprendimiento que luego mantendrá durante toda su vida, Jesús de Nazareth. Así se retiraron… de la habitación trasera a la “cuadra” aneja, donde había un pesebre… Las casas campesinas de Belén tenían en aquel tiempo: habitación central (para toda la familia), habitación trasera (para cosas más íntimas…) y cuadra para los animales… Jesús nació en la última parte de la casa… es decir, en la cuadra… Cientos de casas campesinas de España y de todo el mundo han tenido habitación, pieza adicional para trastos… y cuadra…. De niño, he visto casas con “cuadra” aneja… Las he visto en la zona de los pasiegos del Cantábrico y en Galicia, en el Pirineo y en Italia… Supongo que las habría en América… A los niños se nos decía: te voy a mandar a dormir en la cuadra, con los animales.
Esperando que estas líneas sean útiles para que podamos seguir pensando en el tradicional pesebre (con la vaca y el burrito incluidos) les envío mis mejores augurios de una Santa Navidad, y un jubiloso MARANA-THA. Mario E. Bruzzone
Pikaza: mi pequeña reserva
Valoro mucho esta visión, como he anotado el la nota introductorio. La he incluido porque es de Mario y porque resulta interesante, pues resalta la pobreza de Jesús, que nace en el último lugar de la casa. De todas formas, no me convence del todo…por varias razones:
(a) Porque el texto de Lucas habla del “pesebre” como de algo especial y conocido... No el pesebre que tienen todas las casas campesinas en la cuadrea... sino de un pesebre especial del campo. Por eso, a visitar a Jesús llegan los pastores del campo…y no los huéspedes más honorables del “anejo” de la casa… ni los que moran en la pieza principal… Si vienen los pastores es que se supone que están en el campo.
(b) Porque no sé si el texto debe entenderse en sentido literal o simbólico. Yo prefiero pensar en un sentido simbólico. En ese contexto se entiende mejor la referencia a un pesebre, que estaría vinculado a la “paridera” o redil de los pastores. De todas formas, también el pesebre de la cuadra es simbólico...y tiene gran actualidad.
(c) En la línea de M. Bruzzone, cierta tradición ha hablado del “portal” de Belén… Jesús no habría nacido centro de la casa, sino en el portal, fuera de la casa, al aire libre… donde cientos de mendigos actuales pernoctan, en portales de edificios…(de niños, cantábamos: Belengo Portalían…). Entre el portal y la cuadra estaríamos, siempre fuera de la casa aprincipal... Ni siquiera en el trastero.
(d) En esa línea se puede hablar también de una “cueva” como signo de naturaleza… Pero de eso seguiré hablando…