Mundos aparte

(AE)
Se llama Robert, es un chico blanco que no llega a los 10 años. Sus padres trabajan en una ONG y por tanto reciben un salario bastante mayor que lo normal para un contrato local. Robert no lo sabe, pero vive en un mundo de película, tiene una chica del servicio doméstico que cuida de él cuando no está en la escuela, recoge los juguetes que deja tirados y acude rápidamente para cubrir cualquier necesidad que Robert tenga, de un vaso de agua a un bocadillo. Este chico tampoco sabe que es una persona con gran suerte. Acude a una escuela internacional donde se enseña en varios idiomas (él ya es trilingüe de nacimiento) y donde la calidad de la educación es excepcional. El día que se tenga que mudar de país podrá encontrar sitio en cualquier otro colegio ya que los títulos que dan aquí son internacionales y por tanto reconocidos.

Resian es una chica maasai y por tanto ya desaventajada desde el momento de su nacimiento. Es difícil que los maasais puedan tener una educación constante y de calidad. Viven en una zona agreste donde apenas hay colegios y donde los profesores digamos que "no se mueren por ir" a desempeñar sus funciones allá. Además, siendo chica, Resian tendrá que acarrear el agua y traer a la casa la necesaria leña para hacer la comida. El día que se case ira detrás de su marido como un animal de carga mientras el llevara el "pesado" equipaje de su lanza, su bastón y su manta.

Para los maasais, el ganado, ya sea vacas o cabras, es la mayor riqueza y por tanto debe ser cuidado con el mayor esmero. Los niños cuidaran de él la mayor parte del tiempo y esto también será un obstáculo en la vida de Resian ya que tendrá que vérselas para combinar las obligaciones domesticas impuestas con su carrera escolar. Una batalla en África siempre difícil de solucionar y en la que la mayoría de las veces pierde el niño en cuestión, sobre todo si este niño es niña.

En África conviven dos mundos. Se habla del África oficial y el África real. Soy consciente que esto mismo pasa en muchos otros sitios, hasta el punto de conocerse los barrios marginales de las grandes urbes como "el cuarto mundo", pero lo que me llama la atención es la cercanía con la que estos dos mundos separados, distintos y distantes pueden llegar a estar desenvolviéndose. Un dia Robert ira a los parques nacionales de safari, a ver animales y pasar unos días en la naturaleza y pasara por polvorientos poblados llenos de Resians que luchan diariamente contra la pobreza, contra la falta de estructuras, los prejuicios de género y contra todos los elementos.
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