Revolución en la Curia sevillana menos de un año después de la renuncia del cardenal Asenjo acaba con la herencia de Amigo
(Jesús Bastante).- Menos de un año después de tomar posesión como arzobispo de Sevilla (el 5 de noviembre de 2009), Juan José Asenjo ultima una auténtica revolución en la cúpula de la Iglesia hispalense. Asenjo acaba así con la herencia del cardenal Carlos Amigo Vallejo, en una decisión que se hará pública tras el Consejo Episcopal del próximo 8 de julio y que ha causado una profunda irritación entre buena parte del clero sevillano.
Según ha podido saber RD, el arzobispo pretende una revolución en toda regla, con cambios en la vicaría y la secretaría general, la cancillería, el seminario y hasta el secretario personal de Asenjo.
Estos serán los nombramientos:
Vicario General: Teodoro León Muñoz, actual presidente del tribunal y doctor en derecho.
Secretario General y Canciller: Francisco Román Castro, actual Delg. de Asunto Jurídicos Sacramentales.
Vicarios Episcopales: Angel Sanchez, Jesús Maya, Manuel Sanchez Heredia, Manuel Roldán Rosses, Manuel Sanchez (Actual Delg. Catequesis), Javier Criado Martínez.
Rector del Seminario: Miguel Angel Nuñez.
Vicerector: Ramón Valdivia Ximenez.
Director Espiritual: Sacerdote de otra diócesis.
Secretario Personal del Obispo: Israel Risquet.
Del mismo modo, diversas fuentes añaden que monseñor Asenjo ha solicitado a Roma un obispo auxiliar, que podría ser designado en septiembre u octubre. José Rico Pavés parece ser el elegido, sobre todo teniendo en cuenta que el otro nombre propuesto por Asenjo, Mario Iceta (con quien ya coincidiera en Córdoba) va a ser designado en breve obispo de Bilbao.
Asenjo no ha entrado precisamente con buen pie en la diócesis. Especialmente duras han sido sus relaciones con las cofradías y hermandades sevillanas, que tuvieron su punto más álgido tras la negativa de la hermandad de Triana a ceder a su Cristo para el Via Crucis que tendrá lugar en Madrid en agosto de 2011.
En respuesta, el arzobispo mostró su preocupación por el "déficit de eclesialidad" que revela esta decisión y que calificó como "disparate eclesiólogico". Según Asenjo, que se confesó "apenado", la negativa significa que "en la formación cofrade queda un largo camino por recorrer", y recordó que las hermandades son "asociaciones públicas de fieles", por lo que "lo único que las legitima es su inserción en la Iglesia. Fuera de ella, su identidad se desvanece".
De igual modo, varios sacerdotes consultados por este medio han denunciado lo que han denominado como situación "trasvestismo clerical", con sacerdotes que nunca han vestido de clergyman y que ahora se ven obligados a utilizarlo delante del obispo para conservar su puesto.
Sea como fuere, parece que un nuevo capítulo en la Iglesia de Sevilla está a punto de ser definido.