El Cabildo deja caer la posibilidad de invocar el Concordato para hacer valer sus derechos sobre Cajasur La Iglesia, de fundadora a cliente

Las contundentes declaraciones del presidente de BBK, Mario Fernández, el lunes en Sevilla asegurando que la Iglesia, fundadora de Cajasur, no estará ni en el futuro banco heredero de la entidad cordobesa ni en su Obra Social (OBS) han sido respondidas por ésta con silencio o eludiendo la controversia. No obstante, abren una disyuntiva sobre su papel futuro: de fundadora a principal cliente. Lo cuenta B. L. en ABC.

Con sus palabras, el máximo responsable del operador financiero vasco la excluyó de los futuros órganos de gobierno de dicho banco y de los de la OBS -la mitad hasta ahora pivotaba en centros propios-, con lo que la relegó de su papel de actor principal durante 145 años al de cliente. Eso sí, ¿es uno más en la cola de la ventanilla? No lo parece dada la estrechísima relación de la Iglesia con Cajasur desde el principio. Aunque es una institución muy prudente a la hora de hablar de sus números, fuentes eclesiásticas señalaron que «teóricamente, sí somos un buen cliente».

Un miembro del consejo de Cajasur hasta su intervención sostuvo que hasta ese momento, que es donde llega su información, la Iglesia ha sido «un buen depositario».

Por lo tanto, habrá que ver si realmente BBK no tiene intención de, al menos, sentarse a hablar con un notable usuario los servicios de Banco Cajasur o si, por contra, no establece ningún mecanismo de colaboración extra por su relevancia en Córdoba.

Baste un ejemplo En 2009, BBK dedicó de su potente OBS (101,5 millones) poco más de un euro de cada cien a la restauración de patrimonio histórico. Sin embargo, Cajasur destinó un 10,7% (2,1 millones de un total de 19,9), en línea con su tradicional actuación de mantenimiento del rico legado cultural de los templos cordobeses, sobre todo, y andaluces. Así, será digno de observar si la nueva OBS, que se articulará mediante una fundación con sede en Córdoba, no atiende a las peticiones de un buen cliente para rehabilitación de sus templos, que el presidente de BBK no incluyó entre sus prioridades.

Un experto en el sector financiero indicaba ayer a ABC que Fernández había cometido una «torpeza», probablemente debida al contexto de sus declaraciones, en el marco de un encuentro con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán: «Habrá ido a agradarle y se ha pasado un poco». Según este interlocutor, no ha tenido en cuenta «cómo puede caer en Córdoba y en depositarios importantes» su contundente discurso hacia la Iglesia, donde el mensaje oficial es de silencio o se esquiva la polémica.

En el primer campo, se encuadra el Obispado. En el segundo, está el presidente del Cabildo Catedralicio -entidad fundadora de Cajasur-, Manuel Pérez Moya. Éste se refirió al anuncio de Mario Fernández de que BBK no cuenta con la Iglesia para los órganos de dirección del futuro banco ni en la OBS asegurando que «a mí, personalmente, no me molesta nadie».

Interrogado sobre el hecho de si al Cabildo le hubiera gustado que la caja vizcaína le hubiera tendido la mano para estar presente en la dirección de la futura Cajasur y de su Obra Social, sostuvo que «no se trata de gustos o no gustos. Si es que las cosas son como son. Y ya está».«No tenemos ahora nada que hablar, sino respetar lo que diga la gente, tranquilamente. Y esperar al tiempo», concluyó con un toque enigmático.

Y es que sobre el aire siempre ha estado sobrevolando la opción de que la Iglesia pudiera apelar al Concordato -acuerdo de 1979 que rige las relaciones entre España y el Vaticano- para hacer valer derechos sobre la entidad que nazca, aun después de desaparecer. Fuentes eclesiásticas sostuvieron que no creen que «eso esté en la mentalidad eclesiástica» y atribuyeron el tono de Pérez Moya a la tradicional cautela del Cabildo.

Dichas fuentes añadieron que «no decimos que la carta de recurrir al Concordato no se haya estudiado y se esté estudiando, pero no tiene recorrido». Esta afirmación se debe, siguieron los interlocutores consultados, a que «no es lo que la gente que tiene capacidad de decisión en la Iglesia se plantee como primera opción». «Eso no lo planteará la Iglesia», añadieron, para matizar luego que esa posición de acudir a los acuerdos bilaterales entre el Estado y el Vaticano responde a «sectores muy minoritarios». El Concordato ha sido el sustento legal que ha permitido a Cajasur, hasta su intervención, asegurar su singularidad como caja fundada por la Iglesia. ¿Servirá de algo ser un notable cliente ahora de Banco Cajasur?

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