"Contad con la oración de todo el Apostolado del Mar, con la de sus responsables y con la de toda la Iglesia" La Iglesia, ante el naufragio de un cerquero en Portosín: "La tragedia ha afectado a la gente marinera"

La Iglesia, ante el naufragio de un cerquero en Portosín: "La tragedia ha afectado a la gente marinera"
La Iglesia, ante el naufragio de un cerquero en Portosín: "La tragedia ha afectado a la gente marinera"

"Encomendamos hoy a la gran misericordia del buen Padre Dios las vidas de estos hijos que han pagado con su vida el duro ejercicio de la noble profesión de las gentes de la mar en estos tiempos de crisis"

Ocho marineros fueron rescatados con vida y otros dos perecieron en el naufragio

Nuevamente la tragedia ha afectado a la gente marinera. Sobre las 14:00 horas del día de ayer, jueves 17 de junio, el cerquero de Portosín «Sempre Güeto» volcó con diez tripulantes a bordo a 2,2 millas de San Andrés de Teixido, cerca de Cedeira, A Coruña, cuando regresaban de faenar en la costa del Cantábrico, ocho marineros fueron rescatados con vida y otros dos perecieron en el naufragio. 

Encomendamos hoy a la gran misericordia del buen Padre Dios las vidas de estos hijos que han pagado con su vida el duro ejercicio de la noble profesión de las gentes de la mar en estos tiempos de crisis.

Naufragio del cerquero

Un recuerdo en las fiestas del Carmen de Portosín

Portosín canta todos los años en la fiesta de la Virgen del Carmen, en memoria de todos los marineros náufragos la «Salve Mariñeira» para pedirle a la Virgen su protección. Y a continuación, los barcos, decorados, salen en procesión por la ría tras el barco que tiene el honor de encabezar cada año la imagen de la Virgen del Carmen. Este año, con la «Salve Mariñeira» encomendaremos de nuevo a estos dos marineros fallecidos.

Una vez más pedimos para sus familias la máxima protección social posible a la vez que recordamos a toda  la sociedad la dureza  del trabajo de los hombres del Mar, con jornadas largas y difíciles, siempre con la incertidumbre del tiempo, siempre con la angustia de “los golpes del mar”.

Contad con la oración de todo el Apostolado del Mar, con la de sus responsables y con la de toda la Iglesia.  

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