El AUSP abre el curso académico 2025-2026 en el lugar donde reposa el arquitecto, con la presencia de casi todo el episcopado catalán La cripta de la Sagrada Familia acoge la inauguración del curso más “gaudiniano” del Ateneu Universitari Sant Pacià

Inauguración del curso en el Ateneu Universitari Sant Pacià
Inauguración del curso en el Ateneu Universitari Sant Pacià Flama

El primero de los centenarios dedicados a la vida y obra del genial arquitecto —el de su muerte, que se conmemorará con máxima solemnidad el 10 de junio de 2026, pocos meses después de que la primera torre del templo cumpla 100 años— ha comenzado con un gesto cargado de significado: reunir a casi la totalidad del episcopado catalán en el lugar donde Gaudí reposa, en el corazón de su templo más emblemático

Con la luz filtrándose tímidamente por las vidrieras de la cripta de la Sagrada Familia, este martes 14 de octubre al mediodía ha tenido lugar un acto de una fuerza simbólica y espiritual incuestionable: la inauguración oficial del Año Gaudí, coincidiendo con el inicio del curso 2025-2026 del Ateneu Universitari Sant Pacià (AUSP).

El primero de los centenarios dedicados a la vida y obra del genial arquitecto —el de su muerte, que se conmemorará con máxima solemnidad el 10 de junio de 2026, pocos meses después de que la primera torre del templo cumpla 100 años— ha comenzado con un gesto cargado de significado: reunir a casi la totalidad del episcopado catalán en el lugar donde Gaudí reposa, en el corazón de su templo más emblemático.

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En una cripta repleta, con rostros de devoción contenida y miradas dirigidas al lugar donde descansa el maestro, la imagen de los obispos alrededor de su tumba ha sido el momento culminante. Fue bendecida por el cardenal Joan Josep Omella, en uno de los instantes más conmovedores de una jornada en la que la fe, la arquitectura y la memoria histórica se entrelazaron en un solo cuerpo.

Los obispos catalanes, en la cripta de Gaudí
Los obispos catalanes, en la cripta de Gaudí Flama

El obispo de Tortosa, Sergi Gordo, no pudo asistir debido a los fuertes aguaceros que han afectado gravemente al Montsià, y tampoco estuvo presente el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, afectado por el impacto de la DANA. Pero el resto de prelados catalanes quisieron estar presentes, en un gesto interpretado como un verdadero homenaje eclesial al legado espiritual de Gaudí.

Arquitectura como expresión de fe: lección magistral de Jordi Faulí

El acto fue también el escenario de la lección inaugural del curso académico del AUSP, pronunciada por Jordi Faulí, arquitecto director de las obras de la Sagrada Familia y profesor de la Facultad Antoni Gaudí. Mientras hablaba, con una voz pausada y rigurosa, las pantallas mostraban imágenes evocadoras del templo, desde la primera fachada hasta simulaciones generadas por inteligencia artificial de la futura cruz central. Los asistentes —entre ellos miembros de la Junta Constructora, sacerdotes, profesores, antiguos alumnos y estudiantes actuales del AUSP— quedaron atrapados por un relato que iba más allá del plano arquitectónico para adentrarse en la espiritualidad profunda de un edificio que se eleva, literalmente, hacia el cielo.

Jordi Faulí
Jordi Faulí Flama

“Gaudí fue un arquitecto de Dios”, sintetizó Faulí, quien explicó cómo la obra del reusense no puede entenderse sin su fe, ni su fe sin su arte. En su discurso, desgranó la manera en que Gaudí integró naturaleza, geometría y simbología cristiana en una arquitectura que no solo busca impactar estéticamente, sino también elevar el espíritu. La verticalidad que eleva el alma, las columnas inspiradas en árboles vivos, las tres fachadas que narran la vida de Jesucristo como un evangelio de piedra y luz: todo en Gaudí es liturgia, teología, oración materializada en formas. Y, según Faulí, continuar hoy su obra requiere tanto conocimiento técnico como profundas lecturas espirituales.

La jornada fue también escenario del anuncio del lema de investigación del curso: Gaudí: arte, belleza, misterio.El rector del AUSP, Joan Torra, expuso con claridad las dimensiones del proyecto académico: el arte, tratado desde la Facultad Antoni Gaudí; la belleza, analizada desde la filosofía y la teología; y el misterio, abordado desde la liturgia y la vivencia espiritual. “Nuestra aportación al Año Gaudí será la que no hará nadie”, afirmó con convicción. “Explicaremos cuál era la Biblia de Gaudí, qué liturgia lo inspiraba, qué espiritualidad lo configuraba como artista, como creyente, como hombre de fe”. Su objetivo, añadió, es que el AUSP contribuya a leer la obra de Gaudí desde su núcleo más profundo: el de un cristiano que supo convertir su oficio en un acto de oración.

Martínez Sistach
Martínez Sistach Flama

Arte, belleza y misterio: el AUSP se proyecta hacia el futuro

En un tono más institucional, pero no menos relevante, el rector informó también del avance académico que podría transformar el AUSP en una institución con rango universitario. Anunció que, cumplidos ya los 5 años desde que la Congregación para la Educación Católica erigiera el Instituto de Liturgia ad instar facultatis, se ha entregado la memoria que detalla su trayectoria para que sea reconocido como Facultad de Liturgia. Ya con los tres grados activos —Bachillerato, Licenciatura y Doctorado—, la decisión “queda ahora en manos del cardenal Tolentino de Mendonça”, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación. Si la respuesta es favorable, consolidará al AUSP como una institución con 4 facultades, un paso definitivo para convertirse en una universidad de pleno derecho.

Con el cardenal Lluís Martínez Sistach como el primero en llegar y el último en marcharse, y con el silencio solemne que solo rompe el murmullo de los turistas en el exterior del templo, la mañana se cerraba con una certeza: el centenario de Gaudí no solo conmemorará una figura universal, sino que abre una etapa de redescubrimiento espiritual, artístico y académico. Comienza un año que invita, como el templo, a mirar hacia arriba.

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