El padre Ángel celebra mañana sus bodas de oro «Una tragedia es lo de Japón, no que se casen los homosexuales»
La ovetense iglesia de San Juan El Real vivirá mañana una jornada especial. Cinco curas celebrarán sus bodas de oro como sacerdotes, en la que será la misa vespertina -la de las 18.30- más multitudinaria. Porque entre los concelebrantes se encuentra un mierense, Ángel García, Fundador de la Asociación Cruz de los Ángeles, de la Asociación Edad Dorada y de la Fundación Mensajeros de la Paz, además de Premio Príncipe de Asturias. Es conocido en el mundo entero como Padre Ángel, una figura siempre al lado de los que menos tienen. Lo entrevista Chelo Tuya en El Comercio.
Tras la misa, habrá una cena en La Gruta con famosos del papel couché. El objetivo, recaudar fondos para su batalla más dura: Haití. Pero él ya tiene hechas las maletas para irse Japón. Apoyarle también es posible con la fila 0, en la cuenta abierta en Caja Madrid 20381753446000065069.
-El sábado celebra sus 50 años como cura. ¿Se arrepiente?
-No. Si volviera a nacer haría lo mismo. Quizás han intentado que tirase la toalla, pero no lo lograron.
-¿Desde su propia casa?
-Un amigo mío decía siempre 'al suelo, que vienen los míos'. Sí es posible que los peores sean los de casa, pero yo tengo que decir que no he tenido ningún problema con los míos. Me han pedido que sea más prudente, porque he sido incómodo en mis apreciaciones, pero tengo que decir muy alto que nunca me han pedido que me vaya.
-Muchas de sus posiciones -a favor del uso del condón, de las bodas entre homosexuales- han ido contra las posturas de la jerarquía eclesial.
-Porque he hablado desde el corazón, con los pies en la tierra. A veces te implantan normas, como la de no casar los sábados. Si mis parroquianos no tienen otro día, porque el resto trabajan, pues habrá que casar en sábado... Es como ves las cosas cuando tienes más años. Piensas, 'ya llegarán ellos'.
-Perdone, pero la edad no es garantía de sentido común. Muchos han pasado por el mundo sin él.
-Pero es que yo he tenido ejemplos a los que seguir. Recién ordenado me encontré con un obispo como Tarancón y, después, con Gabino Díaz Merchán. Han sido los obispos de mi vida y me han apoyado siempre. Con Carlos Osoro y Jesús Sanz tampoco he tenido problemas.
-Con la que está cayendo, ¿de verdad entre los males del mundo está que se casen los homosexuales o que se utilice el preservativo?
-Usted lo dice. En momentos como éstos, en los que tenemos el corazón encogido... Tragedia es lo de Japón, no que se casen los gais. Que son hombres, no animales. Hay que quererles como son, sin cambiarles. No hay derecho a que les hagan eso. Problema es no tener trabajo, estar enfermo... Dicho esto, tengo que decir muy alto que la Iglesia ha sido pionera en obra social, tanto dentro como fuera de España. Porque esto ahora es una balsa de aceite, pero en mi juventud compañeros míos fueron a la cárcel por discrepar de políticos o de obispos.
-¿Esa labor social es la que salva a la Iglesia de la mala imagen de una jerarquía alejada de la sociedad?
-Esa jerarquía tenía que dar a veces testimonio de lo que es: ir a comer a Cáritas o ir a Haití, adonde van los políticos y no los obispos. A veces son tontos y torpes con el mensaje. Porque cuando dicen que hay crisis de vocación... Es mentira. Es posible que no haya tantos sacerdotes, porque tampoco es posible que haya uno para cada parroquia de 200 vecinos, pero cada vez hay más cooperantes jóvenes, mayores, jubilados... Si eso no es apostolado que venga Dios y lo vea.
-De Haití, ¿ya sólo se acuerdan usted y Forges?
-Se acuerda Forges cada día y nunca se lo agradeceré lo suficiente. Yo sigo dando la lata, porque es una vergüenza el olvido.
-Usted que ha estado en las iglesias de todo el mundo, ¿la Católica es la única y verdadera?
-¡Ay, no! Y lo diré muy alto el sábado, porque a mi misa vendrán anglicanos, protestantes y el obispo de Bolivia. La Católica es una iglesia verdadera, pero no la única. El que diga eso se equivoca. Y no me van a excomulgar, porque eso lo ha dicho ya un Papa, Juan Pablo II.
-¿Seguro? A ver si no llegamos a las bodas de oro...
-(Risas) Seguro, seguro, si yo no digo ninguna barbaridad. La nuestra es verdadera, pero hay que respetar a las demás. Ojo, lo mismo pido para los demás, que algunos piensan que sólo la suya es la buena y también están equivocados.
-¿De verdad dirá eso el sábado?
-Sí y que lo que hay que hacer en el mundo es querer y dejarse querer. Decía la madre Teresa de Calcuta que la soledad mata más que el cáncer o los accidentes.
-Entonces, usted no morirá nunca. ¿Habrá muchos famosos de esos que siempre se fotografían con usted en la cena del sábado?
-(Risas) O que yo me fotografío con ellos. Alguno habrá. Y para ellos sólo tengo palabras de agradecimiento. Siempre han dicho que si soy del PP, del PSOE o de IU. Yo soy de todos, porque los políticos son los que cambian el mundo. No los curas.
-No soy creyente. Tras 50 años como cura, ¿qué me diría?
-Pues que igual tiene razones para no creer.
-¿No va intentar convencerme?
-(Risas) Mientras no intente convencerme usted a mi...