La perversión de cómo surgió "Fátima". “Fátima, nunca mais”: Mario Oliveira, sacerdote - I
Hubiese sido normal publicar estas líneas un mes atrás... Recupero el espíritu de mis pensamientos sin depender de la rígida férula de las fechas. Porque, además, la credulidad, en este caso tan grosera, no tiene límites temporales.
Cuando tienes a mano una explicación lógica, normal, sensata, racional… ¿por qué buscar otras sobrenaturales o extra naturales? Quizá la pregunta no debiera ser “por qué” sino “para qué”, dado que la pretensión es encontrar una finalidad a lo que, en principio, no tiene explicación inmediata. Esto ocurrió en Fátima. Ésta es la conclusión que de manera desapasionada extrae uno de todo lo acaecido allí.
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El regusto que me queda todavía de mi ya lejanísima visita a Fátima es amargo, desabrido, penoso, triste, incluso angustioso… Por muchas razones, la primera al ver a pobres gentes “rodillear” por la senda central enlosada; otra, por la utilización artera del sentimentalismo barato; también por el mercadeo de lo numinoso en que se ha convertido ese inmenso tugurio de credulidad a flor de piel. Pero, sobre todo, por la manera como la Iglesia despoja de su dignidad a personas menesterosas, angustiadas, débiles y que arrastran por la vida necesidades no satisfechas.
Pero la opinión personal es sólo opinión. Fátima será para mí un “nunca mais”, ni siquiera como hecho turístico escandaloso. De ahí que prefiera referir opiniones ajenas, en concreto las de alguien inmerso en el mundo de la credulidad institucional, como es el sacerdote Mario Oliveira. Lo que importa es cómo desvelar los ocultos intereses que subyacen en ese trasfondo mágico crematístico que es Cova de Iría.
Recojo y cito palabras que aparecen en la larga entrevista de Don Carlos Fernández (El Ojo Crítico) al sacerdote Mario Oliveira. http://ojo-critico.blogspot.com/2006/08/fatima-nunca-ms.html Todo ello aparece en su libro sobre Fátima, que ya ha conocido cerca de 10 ediciones.
Don Mario es sacerdote. Lo fue de la Iglesia de Oporto desde agosto de 1962. Hoy, 2019, tiene 82 años. No sé si vive todavía. Fue párroco de Macieira da Lixa, concelho de Felgueiras; 4 meses capellán militar, durante la Guerra Colonial, en Guinea-Bissau; preso dos veces por la PIDE; periodista; comentarista de TV; ha publicado una decena de libros, el de mayor éxito editorial “Fátima, nunca mais”, publicación que a buen seguro no aparece entre los más de 10.000 títulos sobre Fátima que el santuario posee.
Su “porqué” de Fátima nunca más:
Yo estuve estudiando durante varios años este fenómeno de Fátima… En los meses de mayo siempre me preocupé por aquel fenómeno, con sus multitudes caminando hacia allá. Y siempre me produce una gran duda: ¿Es Fátima una manifestación de fe o es la manifestación de paganismo?
Después de varios años, ¿qué es lo que lleva a la gente a ir a Fátima de una forma tan sacrificada, casi desgraciada, arrastrándose por los caminos con mucho sufrimiento? Y al llegar allá, despojándose de todo lo que tienen, hasta de su propia dignidad como personas.
Llegué a la conclusión de que aquello no es una manifestación de fe cristiana, sino una gran manifestación de miedo. Cuando las poblaciones son menos ilustradas -y en lenguaje cristiano evangelizadas- continúan muy marcadas en su inconsciente los mitos antiguos de los dioses y diosas, que tanto podían bendecir como castigar. Por eso, precisan estar siempre a bien con esas fuerzas míticas. Hacer cosas para agradar a las divinidades de modo que ellas nos bendigan y favorezcan sus actividades.
En el fondo, aun son estos sentimientos los que mueven a estas personas. Si fueran gentes verdaderamente evangelizadas, no tendrían esos miedos. Se liberarían de todos los miedos del pasado que corresponden a una visión mítica del mundo y se transformarían en personas saludables y abandonarían aquellas creencias.
Yo llegué a la conclusión de “Fátima nunca más”, porque es una manifestación de miedo y no debe ser estimulada y apoyada por la Iglesia católica. Por el contrario, debería ser denunciada para que finalmente la gente comprenda que si quiere ir allí, lo haga solo por hacer turismo, y no como una manifestación de Fe. Por lo tanto Nunca Más promover el miedo a la gente.
Mario Oliveira, aparte de estas consideraciones generales, entra en hechos más específicos del conglomerado “Fátima”, denunciando públicamente la utilización y tergiversación interesada de este fenómeno de masas.
(seguiremos mañana)
Epitafio para hoy: ¿Y qué importa si por este medio Dios es glorificado y su santísima Madre venerada?