En siglos pasados también lo fue España. Antesdeayer fue Irán, ayer Afganistán, hoy el Estado Islámico. En todo momento, la fe inculta, sin razón y fanática. ¿Cómo un credo puede obnubilar la razón hasta ese punto de ceguera histórica? ¿Cómo se puede tener cautiva a toda una sociedad? ¿Cómo un estado --insistimos en la ignominia de llamarse "teocrático"-- puede dejar sin esperanza vital a toda una nación?
Ésta puede ser una caricatura siniestra del destino de una sociedad ¡pero que ha sido y hoy es realidad, cruel realidad para muchas personas, tan dignas de vivir, educarse, llevar una vida respetable como cualquier alto dignatario asesinado al salir de sus torres de marfil!
¿Lo imaginamos siquiera en nuestra sociedad occidental satisfecha de sí misma, pero todavía temblorosa por su pasado reciente?
Querámoslo o no, ¡ésa es la lógica de cualquier religión, también la cristiana!
Si tu ojo te escandaliza, arráncatelo. El cristianismo lo que hizo fue cambiar “arráncatelo”, por “arráncaselo”.
El escarmiento en cabeza ajena sirve a veces de poco, pero en este momento en que la opción es más clara y más libre, debe llevarnos a desterrar tales "idearios" salvadores. Y buscar la manera de aplastarlos.