"Desde una perspectiva ética, moral y legal, la respuesta no puede ser devoluciones masivas" “Nulla aesthetica sine ethica”

Fernando Grande-Marlaska
Fernando Grande-Marlaska

He recordado esta frase tan conocida del profesor Valverde, en ver cómo, el llamado “gobierno más progresista de la historia” maquilla sus actos y sus decisiones, con una estética carente de ética. La no desclasificación de los documentos del 23-F y de los Gal, es inconcebible en una democracia que nos dicen que es plena

El ministro Grande-Marlaska actúa de una manera estética, pero no ética y por eso ya ha sido cuestionado por la Justicia europea, en relación a diversos casos que no examinó, en su condición de juez, como habría de haber hecho hace años

Esta es la frase que escribió en la pizarra el profesor José Mª Valverde, catedrático de la Universidad de Barcelona, para de esta manera denunciar el franquismo. Nacido en Valencia de Alcántara en 1926, murió en Barcelona en 1996, ahora hace 25 años.

La frase del profesor Valverde tiene su origen en 1964, cuando los profesores José Luis López Aranguren, Agustín García Calvo y Enrique Tierno Galván fueron expulsados de sus cátedras en la Universidad, porque participaron en una marcha estudiantil de oposición al régimen franquista. Estos tres catedráticos habían apoyado las reivindicaciones de los estudiantes y con la expulsión de sus cátedras, el régimen quería escarmentar a aquellos que se atreviesen a manifestar la mínima disidencia con el franquismo. Cuando estos tres profesores fueron expulsados, dos profesores más, José Mª Valverde y Antonio Tovar, dejaron la Universidad en solidaridad con sus tres compañeros expedientados. 

Menores en Ceuta
Menores en Ceuta

Poeta y filósofo, José Mª Valverde protestó contra el régimen escribiendo en la pizarra la frase: Nulla aesthetica sine ethica. Ergo, apaga y vámonos”. Y es que sin ética, la estética no sirve de nada. Lo dice también, de una manera parecida, el profesor Francesc Torralba cuando habla de la ética y la cosmética en el libro, “Amb Déu o sense”, de correspondencia entre él i el escritor Vicenç Villatoro.

He recordado esta frase tan conocida del profesor Valverde, en ver cómo, el llamado “gobierno más progresista de la historia” maquilla sus actos y sus decisiones, con una estética carente de ética. La no desclasificación de los documentos del 23-F y de los Gal, es inconcebible en una democracia que nos dicen que es plena.

Pero todavía es peor la actitud del Ministerio del Interior, repatriando a los menores marroquís que llegaron a Ceuta hace unas semanas, una medida estética por parte del gobierno, pero nada ética. El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández-Marugán ha pedido al Ministerio del Interior el cese de las devoluciones de los menores migrantes desde Ceuta, recordando al ministro Grande-Marlaska “el deber legal para cumplir las previsiones del artículo 35.7 de la Ley Orgánica 4/2.000 de los Derechos y Libertades de los extranjeros en España”.

También el obispo José Cobo, del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, ha dado a conocer una nota, en relación a estas devoluciones de niños migrantes, en la cual afirma que “la fe en Jesucristo nos pide no mirar a otro lado”, ya que “curar y atender a los menores que llegan solos a nuestras fronteras, es responsabilidad de todos”. En esta nota, el obispo José Cobo afirma que “desde una perspectiva ética, moral y legal, la respuesta a la llegada masiva, no puede ser devoluciones masivas”. Y es que como dice el Departamento de Migraciones de la CEE, se ha de “garantizar la vida y la seguridad de los menores”.

Por su parte, Justicia y Paz también se ha adherido a la petición del Defensor del Pueblo, en la que se exige que “cesen de inmediato las devoluciones de menores por no reunir las garantías debidas”. En su nota, Justicia y Paz muestra su compromiso por defender “los derechos de los menores que se encuentran en Ceuta”, a la vez que le recuerda al ministro Fernando Grande-Marlaska, “que la legislación española pone el interés superior del menor por encima de otras circunstancias”.

También Naciones Unidas ha pedido al estado español que frene las devoluciones de los menores que se encuentran en Ceuta.

El ministro Grande-Marlaska actúa de una manera estética, pero no ética y por eso ya ha sido cuestionado por la Justicia europea, en relación a diversos casos que no examinó, en su condición de juez, como habría de haber hecho hace años. Cabe recordar que Estrasburgo ha condenado al estado español a pagar 20.000 euros, por la inacción del entonces juez Grande-Marlaska, ante la demanda por maltratos de un miembro de ETA (El Mundo, 19 de enero de 2021). Por eso el Tribunal Europeo de Derechos Humanos destacaba hace unos meses, que el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, no tomó ninguna medida ni investigó suficientemente la denuncia de maltratos del denunciante. Los 20.000 euros son en concepto de daños morales por haber violado el artículo 3 del Convenio Europeo de los Derechos Humanos que prohíbe la tortura.  

Menores custodiados por la Policía en la frontera
Menores custodiados por la Policía en la frontera

Ahora, con estas nuevas medidas del actual ministro del Interior, el Sr. Grande-Marlaska demuestra, como decía el profesor José Mª Valverde, que “no hay estética sin ética”. A pesar que el ministro quiere maquillar con mucha cosmética sus indecentes decisiones.

Como ha dicho Javier Baeza, presbítero de la comunidad cristiana de San Carlos Borromeo de Madrid, Herodes mandó matar. Marlaska ordena expulsar. Parece que la historia se repite(Religión Digital, 16 de agosto de 2021). Y todo eso con el llamado “gobierno más progresista de la historia”, que ni es capaz de frenar los despropósitos del ministre Grande-Marlaska, ni de plantar cara a las eléctricas, ante el abusivo precio de la luz.

Es curioso que ante el referéndum del 1 de octubre de 2017 en Cataluña, el gobierno del Sr. Rajoy reaccionó como reaccionó. Y por el contrario, ante el abuso del precio de la luz y las decisiones del ministro Grande-Marlaska, el gobierno del Sr. Pedro Sánchez se mantiene en el limbo.

Por eso, en el 25 aniversario de la muerte del profesor José Mª Valverde, conviene volver a sus palabras y a su testimonio firme contra la opresión, y afirmar que “Nulla esthetica sine ethica”.      

Que tome nota el gobierno del estado y todos aquellos que se vanaglorian de sus actos estéticos (de cosmética), carentes de ética.

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