El obispo de Lérida, monseñor Piris, en carta al conseller de Cultura solicita la devolución de los bienes aragoneses que retenía la diócesis leridana a la de Barbastro-Monzón. Y parece que protesta por la cesión de una de esas obras para una exposición en Filadelfia. Aunque se dice que empujado por el nuncio.
Por fin se encarrila lo que Ciuraneta enfangó hasta extremos increíbles. Me encanta poder felicitar al obispo.