Dime quien te respalda y te diré quien eres.

Creo que le ha hecho muy escaso favor. Este teólogo de 73 años representa perfectamente esa línea insolidaria con la Iglesia e incomprensible en la Compañóa de Jesús. Ya de sus jóvenes años de jesuita le viene el prurito de la contestación y son innumerables sus testimonios en ese sentido.
Así, le encontramos solidarizándose con Leita que había sido sancionado por sus superiores (¿Qué Pasa?, 19.6.1971), escribiendo contra el Concordato (Ya, 12.6.1971) y a favor de la Asamblea Conjunta (Vida Nueva, 18.12.1971). Manifiesta también su solidaridad con Díaz Alegría, dando una nueva muestra de obediencia a los superiores jesuitas (El Ciervo, 1ª quincena, abril, 1975).
Lo de ahora es ya más gordo. El conocido teólogo Jean Galot publica el artículo La filiación divina de Cristo en algunos teólogos de lengua española en el que se opone abiertamente al libro de González Faus La humanidad nueva. Ensayo de Cristología por sus tesis sobre Jesucristo (Boletín Oficial del Obispado de Cuenca, enero, 1978)
Su opinión sobre "Puebla 79" es sumamente crítica y progresista (Vida Nueva, 24.2.1979). Este mismo año, nueve teólogos, entre ellos González Faus, se dirigen a los obispos con un artículo pésimo, cuyo título lo dice todo: Matrimonio indisoluble: ¿ley o ideal? (Vida Nueva, 15.12.1979). Con todo ello no es de extrañar que en 1981 resulte vetado para enseñar en determinadas universidades católicas (El Paós, 28.2.1981)
En 1982 firma con otra personas, entre ellos Santiago Carrillo, un escrito en solidaridad con El Salvador guerrillero (El Paós, 27.3.1982). En 1983 estalla otro escándalo. Ignasi Salvat i Ferrer, provincial de los jesuitas de Cataluña publica un comunicado La defensa de la fe en defensa de González Faus (Ya, 8.1.1983). José María Arranz Lozano publica una carta contra ambos y el Ya se suma a ello con una nota también crítica (Ya, 12.1.1983). El obispo auxiliar Iniesta, abogado siempre de causas perdidas, había salido en favor del jesuita replicándole el periódico que fue el mismo cardenal Ratzinger quien le censuró (Ya, 21.12.1982). Todo ello no obsta, y da buena cuenta del estado de la Compañía de Jesús, para que en este mismo año sus hermanos de Orden le eligieran representante para la Congregación General (Ya, 13.4.1983).
Tan piadoso jesuita criticará enseguida el documento vaticano sobre la teología de la liberación (El País, 9.9.1984). Y muy poco después los nombramientos cardenalicios hechos por Juan Pablo II (El País, 25.4.1985), llegando a afirmar que "lo que habría que hacer es cuestionar el Colegio Cardenalicio". Este mismo año será uno de los ponentes del Congreso de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, con el bonito título de Dios de vida, ídolos de muerte (Ya, 4.9.85). No necesita el lector mucha imaginación para dar con esos ídolos de muerte. Poco después nos obsequiará en El País (5.12.1985) con un precioso artículo El Sínodo y la revisión del Vaticano II: ¿La sal de la tierra o la zona residencial del mundo?. Pueden asegurar ustedes que muy ignaciano, muy eclesial, muy obediente. O sea, todo lo contrario.
Otro escándalo grave. En 1988 Palenzuela, sí, nada menos que Palenzuela, el que fue obispo de Segovia, escribe a los obispos de España llamando la atención sobre el libro de González Faus Hombres de la comunidad. Apuntes sobre el ministerio eclesial. ABC titula la noticia: "Serios reparos doctrinales a un libro de González Faus" (28.11.1988). En 1989 (El País, 19.4.1989) nada menos que sesenta y dos teólogos españoles, se ve que el título deben ya regalarlo en alguna rifa, acusan al Vaticano de actuaciones "autoritarias y excluyentes". ¿Estaría entre ellos González Faus? Pues, no se lo voy a decir y seguro que aciertan.
Ahora aumentan los críticos. Son ya nada menos que doscientos los que, reunidos en El Escorial para conmemorar el 20 aniversario del Congreso que dio a conocer en Europa la Teología de la Liberación, envían una carta de solidaridad con Boff que acababa de dejar el sacerdocio ((El País, 5.7.1992). Es curioso el olfato de estos teólogos, tan parecido al de los perros. Van siempre a donde peor huele. Muy poco antes (Diario 16, 15.5.92) había criticado la beatificación del fundador del Opus Dei
Los jesuitas desnortados siguen confiando en él y en 1999, habiendo organizado en la iglesia del Sagrado Corazón de la calle Caspe unas "Oraciones desde la Justicia", encomiendan una de ellas a este peculiar jesuita (Catalunya Cristiana, 18.3.1999). En el 2000 publica otro de esos artículos suyos cuyo solo título disuade de la lectura: ¿Fátima?, no gracias (Alfa y Omega, 6.7.2000)
La desaparición de los dinosaurios hace que el número de teologos, teologuillos y teologuetes vaya cayendo en picado. Ahora son ya sólo cuarenta los que protestan por la Ad tuendam fidem (El País, 23.7.199)
Setenta y tres teólogos, han tenido un repunte, -las secularizaciones, la edad, la muerte y el aburrimiento van reduciendo la cifra-, firman en el 2000 un manifiesto contra la declaración vaticana Dominus Iesus ((Ecclesia, 21.10.2000). Pregunta facilita: ¿creen ustedes que entre ellos estaba González Faus? Pues una vez más han acertado. Y, como sin duda le pareció poco la firma, todavía escribió en La Vanguardia un artículo que tituló La cruz de la Dominus Iesus, al que dio cumplida respuesta Gonzalo de Berceo en Alfa y Omega (26.10.2000).
Comprenderán mis amables lectores que la dedicación de mi vida no ha sido seguir a este jesuita valenciano. Si yo he podido aportar estas noticias, seguro que hay muchísimas más en la misma línea.
Pues, abad Soler, triste abad Soler, miserable abad Soler: estos son tus aplausos y tus apoyos. A nada que tuvieras un mínimo de dignidad eclesial se te caería la cara de vergüenza. Espero que en Roma hayan tomado nota. Yo la he tomado.