Lo del cardenal Rouco en su homilía del Corpus ha sido apenas un sopapillo comparado con lo que dijo el cardenal Cañizares a los periodistas de El Mundo.
Hay una extensa crónica de ello en Rumores de Ángeles. No me ha sorprendido el claro respaldo del cardenal de Toledo al de Madrid pero sí, tal vez, que fuera tan rotundo, tan descalificador.
Pienso que la situación está ya lo suficientemente podrida para sajar el abceso. Ya es una iglesia cismática. Pues declárese y se ha terminado el circo.