Monseñor Omella, eso ya es otra cosa.

Un amigo me envía unas recientes declaraciones del obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño que me parecen impecables. Me alegra mucho reproducirlas. Cuando habla así no hay nada que objetar. Sólo aplaudirle. ¿Por qué no serán semper idem? Pero eso no puedo responderlo yo, sólo constatarlo.

El obispo de Calahorra y Lacalzada-Logroño, Juan José Omella, asegura que «tanto el aborto como la eutanasia son dos formas sutiles de matar, de eliminar la vida humana que nos molesta». «No son un verdadero progreso para la Humanidad», indica. Omella, en una carta al director que hoy publica Diario LA RIOJA, se refiere también en términos más concisos a la asignatura de Educación para la Ciudadanía:«La escuela debería ser un lugar en el que se respetasen todas las ideas sociales, políticas y religiosas, pero eso no es siempre así».
El obispo señala que «se nota en algunos casos una actitud sectaria, excluyente e intolerante». «¿Por qué ese empeño en sacar la clase de religión del ámbito escolar? ¿Por qué esa lucha contra la escuela concertada? ¿No sería más democrático y progresista entregar el cheque escolar y que cada familia llevase a sus hijos al colegio que más les gustase? ¿Por qué ese empeño en adoctrinar a través de la asignatura llamada Educación para la Ciudadanía?», se pregunta Omella. «Nadie está en contra de una Educación para la Ciudadanía que explique valores constitucionales, normas y valores de convivencia, pero ¿por qué introducir valores en confrontación con los de la inmensa mayoría de los padres?».
El obispo recuerda que «muchos padres han objetado y están en su pleno derecho, por lo que deben ser respetados, ya que es un derecho que ampara la Constitución y así lo han reconocido los tribunales». «El Supremo reconoce el derecho a los padres a presentar denuncias si los contenidos de la asignatura vulneran los valores morales», añade.
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