Patabendige mete la pata.

Creo que no soy nada sospechoso en la defensa del rito extraordinario. El Patametije, en sus fervores, que entiendo, se pasa siempre trescientos pueblos. Y eso ya me parece exagerado. Son claras sus preferencias pero las exagera tanto que no es que ya lo que querría fuese que el extraordinario deviniera en ordinario sino que incluso este último desapareciera. Y esa no es la voluntad del Papa.
Yo puedo entender que no tenga simpatía a Kiko Argüello y a su movimiento neocatecumenal. Hemos tenido en el Blog muchísimas intervenciones a favor y en contra de los kikos. Más o menos fundamentadas. Pero ya arremeter contra él porque comulgue con los brazos cruzados me parece que indica que este monseñor está pelín zumbado.
Yo no sé cuales serán las costumbres ceilandesas pero aquí en España en mi juventud era como se comulgaba y se pensaba que en actitud de muchísimo respeto. Y me estoy refiriendo a cuando las misas eran todas por el rito antiguo y en un colegio de la Compañía de Jesús de antes de la llegada del P. Arrupe. Además de en todas las parroquias de Vigo.
Son una calamidad los Nostach pero los Patametije también la meten. Habrá que procurar que la Iglesia no se nos convierta en una "siete y media" en la que unos no llegan y otros se pasan. ¿Es tan difícil estar en donde hay que estar?
Cierto que no son comparables la actitud actitud del arzobispo de Barcelona y la del arzobispo curial. El primero está consintiendo un gravísimo pecado y el segundo sólo ha dicho una tontería. Sin mayor gravedad. Pero bastante tonta. Con lo que se desacredita. Y lo peor es que de rebote desacredita también otras cosas mucho más serias. Porque no faltará quien diga que esas cosas son lo que le gusta a ese arzobispo que hasta considera muy grave que se comulgue con los brazos cruzados.
El próximo domingo, si no me llaman para actuar como ministro extraordinario de la Eucaristía, lo que pondrá al ceilandés al borde del infarto si se enterase, voy a ir a comulgar como lo he hecho tantísimas veces, con los brazos cruzados. Como Kiko Argüello. Que, por ser más o menos de mi quinta, está también acostumbrado a hacerlo así.