Entiendo perfectamente que haya gente a la que no le guste el Blog. Y que lo digan. Con educación o sin ella. Me trae tan sin cuidado que ahí están todas esas opiniones. Incluso con insultos que acreditan a quien los profieren. Por ese camino no me van a encontrar. No me hacen la menor mella.

Lo de las actuaciones legales es muy divertido. Y más si lo dice alguien que adopta el nick de magistrado. Para personarse en una causa por un delito no perseguible de oficio, como es el de injurias, se necesita legitimación. Si el señor Blanco insulta al señor Rajoy, o viceversa, yo no puedo personarme en un juzgado en una querella por injurias al señor Blanco o al señor Rajoy. Y si el injuriado es un muerto, por ejemplo Franco o la Pasionaria tampoco tengo vela en ese entierro. Por ahí pinchan en hueso.

Además sobre Don Pablo Domínguez yo sólo he pronunciado palabras superelogiosas. Porque tengo una óptima opinión sobre su persona y su ejercicio sacerdotal. Cierto que ha habido personas, pocas, que han tachado su conducta de imprudente. Pero la libertad de expresión está consagrada en la Constitución y siempre habrá discrepantes en cualquier asunto que se trate. Hasta yo, que evidentemente no es el caso, podría tener mal concepto de Pablo Domínguez y expresarlo. Aunque ello contradijera lo que piensen muchos otros. He borrado algún comentario que me pareció absolutamente impresentable. Pero si fuera a hacerlo con todos los que no coincidan con mi modo de pensar esto no sería un Blog. Internet es así y hay que acostumbrarse a ello. A mí no me gusta El País pero no soy tan imbécil que se me ocurra pedir su cierre.

Ya es gracioso que alguien sostenga que en una web católica como Religión Digital deben expulsarme. Debajo del puente de Coria hay algunos con menos méritos. Peridista Digital es una empresa mercantil que no tiene por objeto la defensa y propagación del catolicismo. En ella hay Blogs ateos, protestantes, contrarios al magisterio de la Iglesia, católicos... De todo como en botica. Vive de la publicidad y ésta se cotiza por entradas. No sé si seré el Blog más visitado de todos los que ahí están pero seguro que estoy entre los cinco primeros. Porque si hubiera cinco con las visitas que tiene esta torre todos los demás tendrían cero visitas. Porque entre nosotros cubríamos todas las que llegan. Incluso las superábamos. Parece de imbéciles pedir que maten la gallina de los huevos de oro.

Pero vamos a suponer que lo hicieran. Pues al día siguiente estaría mi Blog en otro sitio. Ajeno o propio. También por ahí dan en hueso.

Lo de que se pronuncie la Conferencia Episcopal también tiene su gracia. ¿Qué podrían decir? ¿Qué no soy la voz de la Iglesia? Si eso lo sabe todo el mundo. Jamás se me ha ocurrido pretenderlo. ¿Qué no les gusta el Blog? Pues muy bien. ¿Y qué? Me imagino que habrá muchas otras cosas, más importantes, que no les gustan. No tendrían horas en el día para señalarlas todas.

¿Me van a excomulgar? ¿Por qué motivo? ¿Cuando tienen aquí mismo a sacerdotes y monjas que critican al Papa y a los obispos un día sí y otro también? ¿Sosteniendo algunos verdaderas herejías? ¿Se van a ocupar de un simple laico porque utilice un lenguaje ácido o irónico?

Lo de que me priven de ser ministro extraordinario de la Eucaristía es de traca. ¿Es que tengo el más mínimo interés en serlo? Me lo piden y cumplo ese servicio. Y cuando veo que hay ministros extraordinarios suficientes me quedo feliz en mi lugar y comulgo con los demás fieles.

También es gracioso lo de las cartas al arzobispado. Las reciben y ¿qué hacen con ellas? ¿Me comunican que las han recibido? ¿Y qué? ¿Me dicen que no les gusta el Blog? ¿Y qué? Mi conciencia me la administro yo y no el señor cardenal, sus obispos auxiliares o mi párroco. Si me piden que deje de escribir no tengo obligación de obedecerles. Como si me piden que vaya de romería al Rocío. ¿Y me lo van a pedir sólo a mí? ¿No a los Masiá, Forcano, Miret, Castillo, Tamayo...? Sacerdotes, salvo Miret, y muchos en ejercicio.

Lo de investigar mi vida y la de mi familia está muy bien, muy estilo Gestapo. Pero no me preocupa nada. No tengo nada que ocultar. Igual se creen que encuentran lo que me achacó aquel de que me habían expulsado del noviciado de los Jesuitas porque frecuentaba un burdel en Alcalá. Pues teniendo en cuenta que jamás he sido novicio jesuita ya verán lo que me preocupa la historia.

Y lo de que hago un daño irreparable a la Iglesia no pasa de ser una opinión. Otros piensan lo contrario.

También es pintoresco, tachar de calumnias o difamaciones, críticas de hechos públicos y notorios. Yo no me invento nada. Todo de lo que hablo está en los medios. Otra cosa es que haya quien prefiera que se corra un tupido velo. Pero una vez más hay que decir que si se ve el traserillo de alguien en un espejo no se arregla nada con romper el espejo. Lo que hay que hacer es no mostrar el traserillo.

Entiendo que les moleste a algunos que este Blog se lea muchísimo. Ayer estuvo a un tris de llegar a las 22.000 visitas. Pero eso es lo que hay. La única salida es que a quien no le guste no lo visite. Y si es masoquista pues ajo y agua.