Ved como se aman.

Hermosa fotografía. El obispo con el Papa. Y el Papa con el obispo. Eso es lo verdaderamente importante.

De otras miserias no quiero hablar hoy. Ni de "amigables componedores". De morado o de encarnado. De alguno de los cuales no se sabe bien que pito toca en este partido. "No quito ni pongo rey pero ayudo a mi señor". Pues desgraciado aquel que sirve a señores que en gusanos se convertirán. Y si es mediante precio, recompensa o promesa, peor.

Me quedo con la fotografía. El abrazo del Papa a un obispo bueno y fiel. A un obispo que ama tanto a su diócesis que por ese amor está dispuesto a todo. Con inmensa paz. Y que sirve a un Señor que no se convertirá en gusanos.
Volver arriba