Una peña de Pamplona ha metido la pata. Y el arzobispo ha protestado. Con toda razón. Parece que los autores del exabrupto han recogido velas y pedido disculpas. Qué no pretendían...
Vale. Pero la próxima vez que piensen un poquito. Porque no me creo sea verdad aquello que atribuyen a Baroja o a algún otro. Que cuando le dijeron que en el famosísimo periódico de Pamplona El Pensamiento Navarro se había escrito no me acuerdo qué, respondió: ¿Pensamiento y navarro? Imposible.
Pues que antes de hacer otra broma que hiera los sentimientos católicos se lo piensen un poco. Y la eviten. Me ha gustado todo. La protesta del arzobispo ciertamente. Pero también las disculpas de los que se han equivocado. Si esa pancarta se retira pues para olvidarnos. Caso de que siga, pues un acto hipócrita la explicación que debería perseguir el ministerio fiscal. Que para algo lo pagamos. También los católicos.