Un caso demasiado repetido.

No voy a entrar en esas cuestiones aunque evidentemente no me estén vedadas. Sigo pretendiendo que éste sea un Blog eclesial y no político. No tenía ni idea de los antecedentes de este señor hasta hoy que aparecen en los medios. Pérz Touriño era un chico estudioso que militaba en movimientos católicos. Y fue llegar el postcoconcilio y el joven piadoso se nos hace comunista. Afiliado al Partido.
No tendría el hecho menor importancia si fuere un caso entre mil. Pero, desgraciadamente fueron miles de casos. La mejor juventud de la Iglesia fue llevada y entregada al marxismo por unos eclesiásticos que fueron verdaderos Judas. Aunque algunos no pasaran de mentecatos.
Después, decaídos los fervores iniciales y pensando seguramente en su futuro, Pérez Touriño cambió el PC por el PSOE. Donde llegó muy lejos. Dios quiera que el batacazo actual le sirva para volver a la fe de su juventud. Pienso que él, y tantos otros miles como él, no son los más responsables en la pérdida de la fe. El inmenso pecado estuvo en los curas que le llevaron a ello. Muchos de ellos ya secularizados. Pero otros siguen en la Iglesia, lamiéndose las heridas pero sin reconocer la traición a Dios y a su Iglesia. Y sin arrepentirse de ello.
Pérez Touriño cumplió ya los sesenta años. Sus mentores, y los de tanta juventud perdida, vendida, tienen ya más de setenta o de ochenta. Afortunadamente se van. Los que todavía no se han ido. ¡Qué fracaso! ¡Qué vergüenza! ¡Cuánta responsabilidad de la que pronto, si no lo han hecho ya, tendrán que responder ante Dios!