La cigüeña tiene nido en Cataluña

Es la contestación que di a un comunicante pero quiero traerla a portada porque ayudará a entender mi posición respecto a Cataluña y el catalanismo.

Amigo Etodrecas, y me permito llamarte amigo por el comedido tono de tu comunicación aunque sea muy discrepante. Hasta me haces el honor, para mí muy importante, de no considerarme un calumniador, aunque en tu opinión pueda rozar la calumnia.
Parece que en este blog tengo que estar retratándome permanentemente con lo que me váis a conocer casi mejor que la madre que me parió. No tengo inconveniente alguno en ello pues no tengo nada que ocultar. Y comprendo también que os descoloque un poco porque soy peculiar. Sumamente independiente, como creo que lo soy, es difícil clasificarme. Pues, a seguir informando para que podáis hacerme la ficha.

Me llamo Francisco José Fernández de la Cigoña Núñez Serra Saavedra. Mi tercer apellido, el segundo de mi padre, no puede ocultar su origen catalán. Dos de mis ocho bisabuelos eran absolutamente catalanes. Pascual Serra Fonfreda y Josefa Paraja Abella. Tengo pues mucha sangre catalana en mis venas.
Además, adoro a Cataluña. Y me la conozco muy bien. La vieja Barcelona, Santa María del Mar que me parece una de las iglesias más bellas de España, la calle Moncada... Y San Cugat, Ripoll, los valles de Arán y de Bohí, la increíble Manresa, Cardona, Ripoll y San Juan de las Abadesas, Montserrat, Poblet y Santes Creus, Besalú, Cardona, Solsona, Gerona con su hermosísimo Sant Pere de Galligans, las dos catedrales de Lérida, Cervera, ese rincón hermosísimo de la Tarrasa prerrománica, La Seo de Urgel, Vich... Las emociones estéticas y religiosas que he recibido en Cataluña son inenarrables.

He pronunciado una conferencia, reproducida en varios sitios, que se tituló "Cataluña, tierra de santos". Creo que en ella ha dado muestra sobrada de mi amor a Cataluña. Como soy muy torpe en cuestiones de internet no sé poner aquí el link, o como se llame la referencia, pero Luis Fernando y Mariosol tuvieron la amabilidad de hacerlo en "Una cigüeña asombrada" y allí podrá encontrarlo cualquier interesado.

Me da la impresión de que formas parte del clero tarraconense. Y eso me toca algo muy hondo del alma. Porque entre mis mejores amigos, con los que pasé ratos verdaderamente inolvidables, estaban sacerdotes de Tarragona. Extraordinarios sacerdotes de Tarragona. Todos tan absolutamente catalanes y tan poco catalanistas.

Mi queridísmo Mosen Enric Domenec, cura santo donde los haya. Posiblemente el sacerdote más anciano de la archidiócesis caso de que siga viviendo. Hace poco aun vivía aunque ya desde hace tiempo con la cabeza ida. Aun recuerdo, con emoción, como se resistía comprar una televisión porque ese dinero se lo quitaba a los pobres. Los amigos tuvieron que convencerle de que era una obra de caridad con Ana María, la ejemplar mujer que le atendía y que me recibió tantas veces en su casa con un amor y una atención que no me merecía. Mosén Eugeni Ferré, párroco de La Selva, de una inteligencia y una formación extraordinarias, aunque a veces fuera difícil seguirle en su catalán precipitado. Mosén Robert, párroco de La Llagosta, uno de los sacerdotes con más personalidad que he conocido. Y he conocido y conozco muchos sacerdotes. Mosén Paniello, tan ferroviario. Y yo trabajaba en la Renfe... Como verás tengo mucha alma en Tarragona.

Sigo teniendo queridísimos amigos en Cataluña. Porque los catalanes cuando os hacéis amigos lo sois de verdad y para siempre.

Hasta en mi vida intelectual estoy muy en Cataluña. La Real Academia de Ciencias Morales y Políticas ha premiado dos trabajos míos, escritos en colaboración con Estanislao Cantero. Uno de ellos ya publicado. Pues curiosamente ambos tratan sobre dos personalidades de Cataluña. Antonio de Capmany y Narciso Feliú de la Peña. Creo que para no haber nacido en Cataluña no se me puede pedir más catalanidad.


No milito, ni he militado nunca, en ningún partido político. Es cierto que tengo mis ideas sobre el "catalanismo" eclesial. Que creo ha llevado a la ruina al catolicismo catalán. Los resultados están a la vista. Los puedes ver todos los días.

Y ahora, con Pujol. Si, como pienso, perteneces a su clero, te honra la defensa de tu arzobispo. Y me han agradado mucho varias manifestaciones que haces, desde el normal amor a tu tierra. Pero las declaraciones del vicario cuando el nombramiento de Pujol fueron infumables. Vergonzosas. No eran eclesiales. Eran antirromanas. Y para que fuera cesado ipso facto. No fue así. Pujol prefirió la comodidad a la justicia. Y, hablando mal y rápido, se bajó los pantalones.

Yo no sé de la administración ordinaria de la archidiócesis. Y seguramente será piadoso y amante de la Iglesia. A su modo. Me encanta eso de que, en décadas, le consideres el mejor arzobispo de Tarragona. Lo que quiere decir que mejor que Sistach, Torrella y Pont. Dice mucho de tu imparcialidad. No creo que te remontes ya a Don Benjamín, Arce y Vidal y Barraquer.

De todos modos, tomo nota de tus observaciones y procuraré seguir con más atención a tu actual arzobispo. Y si encuentro algo digno de elogio, lo elogiaré. Yo no tengo odios como Aníbal. Aunque recuerdo la historia.

Para terminar, agradecerte el tono de tu comunicación.
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