Estoy seguro de que el sacerdote asturiano a quien dan en llamar Padre Ángel ha hecho muchísimas buenas cosas. Es un cura hiperactivo de quien he leído grandes obras buenas y muchas palabras más que discutibles. Como sacerdote secular que es deberían llamarle Don Ángel. Pero tampoco voy a hacer cuestión de esa denominación.
Hoy veo que se encuentra en Gaza, cosa que no me sorprende nada pues allí deben estar pasando tremendas necesidades y el sacerdote tiene querencia por lugares de riesgo y miseria. Cosa también muy encomiable. Lo que me extraña es verle vestido de cura. Cosa que en él no era habitual. Pues me alegra mucho. Él tiene verdadero tirón y tal vez otros se decidan a imitarle. Y él a repetirlo.