Esto es una merienda de negros.

¿Existe el Papa? ¿Habla para algo? ¿Aquí hace cualquiera lo que le da la gana?

Hace unos días se celebró una boda en una finca de una provincia aledaña a Madrid. Los novios por un impedimento canónico contrajeron matrimonio civil y celebraron después el acontecimiento. Con una misa, celebrada por un jesuita madrileño cuyo nombre de momento no voy a dar. Y ante numerosos invitados de la alta sociedad.

El jesuita, además de oficiar la misa, bendijo a los que contraían matrimonio civil y les dio la comunión. Todo el que no prestara mucha atención a la ceremonia se creería que estaba asistiendo a un matrimonio religioso.

Pues eso no se puede hacer. Y el ''oficiante'' lo sabe.

También es curioso que si unos novios quieren contraer matrimonio canónico en la capilla de su finca o en una ermita que les guste especialmente encontrarán mil dificultades y en muchas ocasiones no podrán hacerlo. Parece en cambio que para estas simulaciones de sacramento no hay la menor dificultad. Siempre que se cuente con un cura amiguete.

Que por otra parte de opción preferencial por los pobres nada. Opción preferencial por lo más ''in''.
Volver arriba