Otro obispo "buenista".

Como el de Coria-Cáceres. Aunque pienso que este tiene alguna neurona más. Pero tampoco exageremos.

Cerro tiene un síndrome de Estocolmo como un piano de cola. Quiere justificar haber huido de su diócesis en busca de un Seminario, haber sido espiritual e incluso ñoño y carca y hacerse perdonar de quienes le pusieron verde cuando conocieron su nombramiento de obispo. Y que son los mismos que le echaron de la diócesis extremeña.

El de Omella es un caso muy distinto aunque también tenga que disimular. Pero todo lo contrario. El actual obispo de Calahorra-Logroño, vale, también de La Calzada, es una reliquia del peor progresismo eclesial. El que llevó a la Iglesia en España a un estado anoréxico. Sus mentores fueron aquellos, en mi opinión, pésimos obispos desaparecidos ya casi todos. Es uno de los escasísimos brotes actuales de los Yanes, Gabinos, Osés, Iniestas y demás patulea. Ya apenas quedan obispos como él. Pienso que trés: Sánchez, que este año presenta, ¡todo llega!, la renuncia, Algora y el que hoy nos ocupa. Porque Uriarte tiene otro pedigree. Todavía peor. Aunque en mucho coincida con estos.

El benjamín de los obispos progres, cumple en abril 63 años, no lo hizo mal cuando, de auxiliar de Yanes, su padre putativo, pasó a Barbastro y depués fue casi obispo universal de Aragón con la administración apostólica de Huesca y de Jaca. Por fin cayó en La Rioja y sus diocesanos están satisfechos con él. Todo hace suponer que esa será su estación de término.

Como tonto no es, ha moderado mucho sus fervores progresistas juveniles. En parte porque hoy eso no se vende y posiblemente también convencido de que había mucha morralla en lo que un día le encandiló. Él sabrá. Pero siempre queda algo del pelo de la dehesa por mucho que uno se esfuerce en disimularlo.

Fue Omella uno de los cuatro obispos participantes en el encuentro con el sector que se quiere, o se dice, católico del socialismo que acaba de ocurrir. No tengo nada contra ese encuentro. Me parece normal que pueda tener lugar. Como con el PP. Que también ocurrió aunque yo me entere hoy. Típico ejemplo de buenismo. Con unos y con otros. No vayan a decir luego.

Lo que cuento lo tomo del periódico La Rioja reproducido en Religión Digital. Si han tergiversado las palabras del obispo ya sabe a donde tiene que ir a reclamar. No a mí.

Se inicia la entrevista mostrándos el obispo como maestro consumado en el método Ollendorf.

-¿Se llema usted Juan José?

-En Japón hay muchas islas.

Pues más o menos. O, si no, díganme ustedes.

Pregunta: "Al parecer se pusieron sobre la mesa temas como las leyes del aborto, Educación para la Ciudadanía..."

Respuesta: Fue un encuentro cordial y no polémico. Se trató el tema religioso. Hablamos de nuestras vivencias de la fe dentro de los campos de compromiso de cada uno"

No se debió quedar muy satisfecho el periodista con esta salida de pie de banco e insistió.

Pregunta: Sin embargo, parece que los dirigentes socialistas se mostraron quejosos con respecto a la actitud de la Iglesia hacia la izquierda"

Respuesta: Cuando nos ponemos en plan de quejas... Yo creo que fue muy cordial y de un entendimiento muy majo entre unos y otros, que igualmente sucedió con el partido de la oposición. Cada uno expresa lo que siente y lo que vive".

Que majico el obispo. To er mundo e gueno, chachi piruli y guay del Paraguay. ¿Y el aborto? ¿Y EpC? ¿Se habrán reunido para jugar al mus?

El periodista debía pensar que el obispo le tomaba el pelo y le apremió-

Pregunta: "Seguro que saldría a relucir la regulación de la ley del aborto..."

Respuesta: "En estos temas no se entraron porque corresponden a otros ámbitos. Fue más un encuentro humano y de fraternidad"

Aparte ese "entraron" que realmente chirría pero no vamos a entrar aquí en concordancias gramaticales, supongo que todos seguirán preguntándose para qué se reunirían. Tal vez para echar unos vinos y unas risas.

Si todo eso no fuera acabada muestra de buenismo, Omella la remata:

"Nuestra sociedad es muy plural. Tenemos que encontrar el camino de la no confrontación y de la no irritación. Hay que contrastar las distintas opiniones y caminar juntos siempre buscando el bien común".

Esto es una tomadura de pelo. ¿A quién pretende engañar el obispo riojano? Me viene a la memoria Fernando VII cuando, al triunfar en 1820 la revolución liberal dijo aquello de "marchemos todos juntos, yo el primero, por la senda constitucional". Al menos el monarca tenía claro que en la primera ocasión que se le presentara cambiaría de senda. Omella propone lo imposible. Que abortistas y contrarios al aborto, partidarios y adversarios de la eutanasia, invasores de las conciencias de los niños y padres que se oponen a ello vayamos todos juntos, sonrientes, sin irritarnos, no se sabe a donde ni para que. Y por el camino dejaremos cuerpecitos desgarrados, niños pervertidos, matrimonios rotos, ancianos asesinados...

Yo por ese camino, que debe parecerle maravilloso, no voy a seguirle. Y si de verdad piensa usted así, ni a la vuelta de la esquina.
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