Con sus cuarenta y dos años, ya muy cercano a los cuarenta y tres, Don Mario Iceta ha arrebatado a otro vasco, monseñor Munilla, el hecho de ser el obispo más joven de España.

Tiene un segundo apellido endemoniado de decir. Nada menos que Gavicagogeasacoa. Pero no hay que preocuparse por eso. Nadie se va a atrever a pronunciarlo.

Pienso que son absolutamente prematuras las quinielas que ya han comenzado a hacerse sobre los nuevos residenciales vascos. Tanto monseñor Munilla, apenas estrenado en Palencia, como Don Mario Iceta, que ni siquiera ha sido ordenado todavía, necesitan más rodaje episcopal.

Y a Uriarte le quedan cuatro meses. Pienso que ninguno de los dos tendrán que cargar con la cruz de San Sebastián. Supongo que le caerá a otro. Ya para las posteriores sucesiones de Bilbao y Vitoria estarán perfectamente situados.

Don Mario Iceta está situado entre los obispos más jóvenes de la Iglesia en el lugar número doce. Sólo hay once más jóvenes que él.

Estamos ante un gran nombramiento. Para regocijarnos. Y como le van a decir en su ordenación episcopal, que el Señor que inició en él la obra buena, Él mismo la lleve a término.