No se puede ser tan sensible como el obispo Uriarte porque lo debe pasar muy mal.

Es que es tan sensible el hombre. Y sufre muchísimo al ver a los presos de ETA tan lejos de sus familias. Pobrecitas ellas. ¡Qué viajes más largos tienen que hacer para visitar a sus familiares! Y eso debe ser injustísimo. Aunque ya les gustaría a tantas madres, viudas, huérfanos hacer viajes mucho más largos para encontrarse físicamente con sus hijos, sus maridos y sus padres y no con una tumba que enj ocasiones hasta profanan con su sensibilidad los compañeros de los asesinos.

El obispo, tan sensible él, cree que el diálogo es el instrumento "insustituible" para resolver los conflictos. Y ese es el camino para avanzar hacia la paz. Hala, todos a dialogar con ETA. Porque no se trata de asesinados y asesinos sino de "diferentes sensibilidades". Caray con la sensibilidad de los del tiro en la nuca. Y esos aún arriesgan. Años y años de cárcel. El único que no arriesga nada es el obispo. Tan sensible él.

A mí me parecen asquerosas estas sensibilidades unidireccionales. Y no entiendo como la Iglesia, tan sensible en la persona del obispo de San Sebastián, no tiene sensibilidad para con la inmensa mayoría de los católicos indignados con que a este obispo no se le acepte de una vez la renuncia que presentó hace ya casi un año. Señor nuncio, ha sido usted sensibilísimo a los deseos de un señor que quería le cambiaran a su obispo. Y perdió..., lo que cada lector quiera poner, por complacerle. Pues espabile un poco y sea también sensible al clamor unánime de la Iglesia de España que reclama que de una vez echen al obispo de San Sebastián.
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