La revista VERBO un hito de la cultura católica.

Acaba de llegarme el número 453-454, correspondiente a marzo-abril de 2007, de la revista VERBO. Una gran desconocida que no se merece el silencio. Porque muchos eventuales lectores se pierden lo que es un excelente ejemplo de difusión de la cultura católica.

Este número que ahora os comento, al no aparecer en él ningún trabajo mío, me da mucha más libertad para presentároslo.

Aunque estuve presente en el acto fundacional no recuerdo ahora cuando apareció exactamente el primer número. Y me llevaría tiempo sumergirme en el monumental desorden de mis libros para encontrarlo. Fue por los primeros años de la década de los sesenta del siglo pasado. En el que ahora llega a mis manos se dice que es la serie XLIV y supongo que serie y cronología coinciden. Cuarenta y cuatro años pues de aparición ininterrumpida. Con cinco o seis números al año. Son miles y miles de páginas de doctrina católica de afanes católicos, de apostolado católico.

Creo que no hay nada comparable salvo la revistas de algunas congregaciones religiosas. Y quién las ha visto y quién las ve. VERBO, en cambio, se mantiene joven pese a su edad. No se atisba el menor signo de agotamiento, su rumbo no se ha desviado un grado, y todo hace suponer que así va a seguir muchos años. Los que quiera Dios.

No voy a haceros hoy su historia. Tal vez otro día. Sólo os voy a comentar el último número. Recién salido de la imprenta.

Siempre comienzan los números de la revista con una serie de textos actuales del Papa referidos a los problemas más acuciantes de hoy. En éste ocupan las páginas 187-197. He de decir que la paginación de la revista comienza con el año y por eso este segundo número de 2007 se inicia en la página 185.

Después aperece el programa de la XLIV Reunión de Amigos de la Ciudad Católica que se celebra anualmente. Creo que he asistido a todas menos a una o dos. La de este año, celebrada en Madrid el 12 de mayo pasado, tenía el siguiente título: "La devastación modernista. A los cien años de le encíclica Pascendi. Fue excelente. Supongo que en el próximo número, como es habitual, se publicarán las comunicaciones. Dignas todas de leerse y meditarse.

Y os apunto lo que fue. Jorge Soley, Director de Desarrollo Corporativo de la Universidad Abat Oliva de Barcelona, desarrolló El modernismo y su historia: la encíclica Pascendi. José Antonio Ullate, licenciado en Derecho y en Filosofía y periodista nos habló de El modernismo en la teología. A José Miguel Gambra, profesor titular de Lógica en la Universidad Complutense de Madrid, le correspondió desarrollar El modernismo en la filosofía. Danilo Castellano, profesor ordinario de Filosofía del Derecho y de la Política de la Universidad de Udine trató de El modernismo político y social. Bernard Dumont, director de la excelente revista francesa Catholica, desarrolló El modernismo después de la Pascendi. Y cerró la reunión Miguel Ayuso, profesor ordinario de Derecho Constitucional en la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid), con el tema La devastación modernista y su denuncia profética. No necesito deciros que el próximo número de VERBO, donde supongo aparecerán todas las comunicaciones, no va a ser un texto de historia sino de absoluta actualidad.

Viene después una sección que ya es casi habitual: In memoriam. Tan larga aventura intelectual, a la que no pocos llegaron con bastantes años, va dejando en el camino muchos nombres. A los que VERBO despide siempre con afecto y agradecimiento. En esta ocasión fue Francisco de Lucas, Paco Lucas para los amigos entre los que me encontraba. Notario destacadísimo de Madrid, primera autoridad en tantas cuestiones mercantiles, su ausencia va a ser muy sentida en tantos encuentros. Dos hijos suyos han llegado también a notarios en la capital de España. Ojalá alguno de ellos, o los dos, quieran perpetuar entre nosotros, con su presencia, el imborrable recuerdo de su padre.

Miguel Ayuso, que fue quien redactó la nota necrológica de Paco Lucas, evoca también los noventa años de Juan Vallet. VERBO existe gracias a esa persona humilde, sabia y buena. Seguro que la mayoría o casi la totalidad de mis lectores ignora el nombre de Juan Vallet. Presidente muchos años de la Real Academia de Jurisprudencia, académico de Morales y Políticas, es sin duda el mayor civilista de nuestros días y referencia absoluta en cuestiones de metodología jurídica, filosofía del Derecho y Derecho Natural. El escrito de Ayuso es circunstancial y breve. Apenas una felicitación y un reconocimiento. Pero imprescindible.

A continuación un artículo del joven benedictino, Santiago Cantera Montenegro, que acaba de profesar en el Valle de los Caídos, sobre nuestro inolvidable y para mí queridísimo amigo fray Victorino Rodríguez OP. A quien VERBO tanto debe.

Viene después un extenso trabajo de Estanislao Cantero sobre Hyppolyte Taine, el gran historiador francés. Creo que soy la persona menos indicada para hablar de Estanislao Cantero. Tan próximo a mí en el afecto y en el pensamiento. Estoy casado con una hermana suya. Felicísimamente casado. Y él no es un hermano político. Un hermano queridísimo. Está haciendo un análisis de la intelectualidad francesa del siglo XIX que me parece extraordinario. Ni en Francia se está haciendo algo semejante. Son ya bastantes las entregas que ha publicado en VERBO y cuando concluya su amplísimo trabajo creo que no habrá nada más definitivo sobre aquella época de odio a la Iglesia.

La Ciudad Católica, y VERBO que es su expresión, nació de Eugenio Vegas. No se habría consolidado sin la fecundísima amistad de Eugenio Vegas con Juan Vallet. Y Juan fue el motor que llevaba la nave. Muchos años estuvo detrás Estanislao Cantero. Y eran tan discretos ambos, el capitán y el piloto, que apenas se notaba que estaban al timón. Por los motivos que sean Estanislao se ha refugiado en sus estudios. Tan esclarecedores. Y ahora es Miguel Ayuso el timonel.

Pues, qué voy a contar de esta aventura en la que yo tan poco he contribuido salvo en haber escrito muchísimas páginas. Eugenio Vegas ha conformado mi modo de pensar. Juan Vallet el queridísimo amigo, modelo de entrega a la causa católica. Sólo no le he seguido en el Derecho, que no me interesa nada, aunque reconozco que en ello es un maestro, y en su afecto a Narciso Feliú de la Peña. De Estanislao Cantero creo que ya he dicho todo. Y de Miguel Ayuso pues que le conocí cuando él tenía quince o dieciséis años y que desde entonces somos queridísimos amigos. Sin el más mínimo nubarrón en tantos años.

A continuación publica la revista la ponencia de Miguel Ayuso en el seminario organizado en París por la revista Catholica con la colaboración de la Universidad de París IV. Se titula Transmisión, inculturación y tradición. Breeve (pgs. 265-284) y bueno. Vayan desde aquí mis saludos y mi felicitación a Bernard Dumont por todo lo que viene haciendo.

Sigue un artículo de Eduardo Soto Kloss, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Decano de Derecho de la Universidad Santo Tomás. Se titula Universidad católica ¿Enseñanza laica? (Nota sobre una realidad que urge revertir). No he tenido tiempo de leerlo todavía y no conozco al autor. Pero por el título promete.

A continuación un trabajo del argentino Bernardino Montejano, "Bocha" para los amigos, Perspectivas teológicas y filosóficas de la cuestión ambiental. Tampoco lo he leído aún. Pero, conociendo al autor, estoy seguro de que no va a defraudar a nedie.

La sexta entrega de las Glosas complutenses merecen que me extienda algo más. VERBO, a lo largo de su ya extensa historia, estuvo acompañada de insignes religiosos. El P. Díaz Macho, el P. Monsegú, el P. Urdánoz, el P. Alba, el P. Roig Gironella, el P. Pérez Argos, el P. Martínez Cano y seguro que algunos más de los que me olvido.

Pero hubo tres que fueron parte importantísima de esta aventura. El P. Eustaquio Guerrero, de la Compañía de jesús, insigne miembro de la misma, y que nos acompañaba, y nos instruía, todos los martes en nuestras reuniones. El P. Victorino Rodríguez, de la Orden de Predicadores, pieza esencial en nuestros congresos y referencia segura en cuanto se necesitara. Y el P. Agustín Arredondo, de la Compañía de Jesús, tantísimos años presente entre nosotros, y nuestro censor eclesiástico cuando ya esa figura era innecesaria pero que VERBO quiso mantener.

Los tres fueron queridísimos amigos. Con inmenso agradecimiento por mi parte por todo lo que me dieron. Y uno todavía lo es. El P.Arredondo. No recuerdo si tiene noventa y uno, noventa y dos o noventa y tres años. Por uno de esos se anda. Se ha retirado a Alcalá de Henares. Pero sigue presente entre nosotros con sus glosas complutenses. Tan lúcidas, tan actuales, tan suyas. En nuestra última reunión, del pasado mayo, hasta quiso estar entre nosotros. Con inmensa alegría por nuestra parte. Y qué le voy a decir yo de la mía. Él caso a mi hija Pepa. Y él sabe todo lo que esta familia le quiere.

A punto de cerrar el número hay siempre una crónica de sucesos en línea. Actos, congresos, encuentros... En esta ocasión corre a cargo de Javier Nagore. Navarro heroico en sus días juveniles y que lo sigue siendo en su tercera edad. Yo no conozco personalmente a Javier. Pero le he leído muchísimo y hace mucho tiempo que me considero su amigo. Y me da la impresión de que él piensa lo mismo. A ver si pronto nos damos el primer abrazo.

Concluye siempre la revista con una crónica de libros. Ahí suelo ser habitual pero últimamente el Blog me tiene muy ocupado. Y en esta ocasión no hay ninguna mía. Tampoco de mi entrañable amigo Antonio de Mendoza que es maestro en esas lides. En esta ocasión son todas, tres, de mi también queridísimo amigo José Fermín Garralda.

Pues ya lo veis. VERBO lo publica "Amigos de la Ciudad Católica". Y terminamos siendo todos amigos de verdad. Porque lo somos en la Verdad. Ayer comíamos mi hija Carmen y yo con una amiga. Hacía años que no nos veíamos. De los Congresos de la Ciudad Católica. Nos reencontramos. Y parecía que nos habíamos despedido anteayer. Con inmenso gozo.

Ya lo sabéis. O, al menos, he intentado contároslo. VERBO es una escuela de amistad. Por supuesto que de doctrina pero también de amistad. Tal vez haya aprendido allí lo que quiere sea este Blog que tantos amigos me ha dado. Y tan buenos.

A todos os lo recomiendo. Seguro que el que pique va a quedarse encantado. La suscripción anual asciende a la astronómica cantidad de 55 euros al año. Que en Canarias, Ceuta y Melilla son 53. Y para el extranjero, 74.

La dirección es José Abascal, 38, 28003 Madrid. Y el teléfono 914473231. Supongo que si algún desconfiado quiere pedir algún ejemplar para verlo se lo mandarán. No pidáis cinco mil porque no los habrá.
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