Los salesianos están de moda.

Es el segundo hijo de San Juan Bosco que ocupa este cargo pues ya lo había sido también Don Egidio Viganó. Son los Salesianos una congregación de apariencia humilde pero que cada vez está adquiriendo mayor peso en la Iglesia.
No se caracteriza el salesiano por una gran formación intelectual, aunque ciertamente hay en ello muy notables excepciones. Dedicados sobre todo a la educación de la juventud eligieron en ese campo la parcela de menos relumbrón. Sus colegios están dedicados sobre todo a las clases más desfavorecidas. Su aspecto externo suele ser más bien deplorable. Y absolutamente secularizado. Pero no es frecuente en ellos la corbata de firma, el traje de marca...
Sin embargo ha sido de entre las grandes órdenes y congregaciones religiosas la que ha mantenido mejor el número de sus miembros que, además, también con algunas excepciones, no han dado grandes escándalos en cuestiones teológicas o morales.
Por el número de sus efectivos siempre estuvieron a gran distancia de las órdenes más numerosas de la Iglesia: jesuitas y franciscanos. Hoy seguramente han superado ya a los franciscanos y están a un tiro de piedra de los jesuitas.
No es de extrañar pues que cada vez la Iglesia cuente más con ellos. Hasta el extremo de que Benedicto XVI ha nombrado a un slaesiano, el cardenal Bertone, secretario de Estado.
Y en el colegio cardenalicio, además de él, hay unos cuantos salesianos más. El cardenal Stickler, que hoy es el purpurado más anciano de la Iglesia, el español cardenal Javierre, el venezolano Castillo Lara, el cardenal Obando, que tanto papel jugó en su Nicaragua, el cardenal de Hong Kong, Zen-Ze-Kiung y el cardenal hondureño Rodríguez Maradiaga. Siete cardenales salesianos indican sobradamente el peso actual de su congregación en la Iglesia.
El nombramiento del P. Chávez no hace sino confirmar el buen momento que están atravesando los hijos de Don Bosco.