A ver si nos dejamos de estupideces.

Y si como parece le han censurado, corregido, amonestado o lo que ustedes quieran, ¿cómo quedan los sacerdotes y religiosos que en vez de obedecer a la Iglesia se erigen en críticos de ella y en apoyos a lo que la Iglesia considera censurable?
Hay unos cuantos que habiéndose pasado la vida contemplándose el ombligo se creen que son alguien. Y no lo son. Si se preguntara a los católicos españoles quienes son las personas que apoyan a Sobrino con su protesta estarían muy próximos al cien por cien los que no tienen ni idea de ninguno de ellos. Y cuando digo muy próximos a esa cifra quiero decir un 99,999 por ciento.
A mi parroquia acuden todos los domingos unos cuantos miles de personas. Estoy convencido de que si a la salida de las misas preguntaran a todos ellos por Dolores Aleixandre ni uno solo sabría quien era. Y sobre el más notorio, González Faus dudo mucho que aparte de mí, y excluidos los curas, hubiera cinco personas más a las que les sonara ese nombre.
Pues ese es todo el apoyo y toda la crítica. Nada. Cero patatero. La Iglesia vive feliz sin saber nada de esa contestación eclesial que hacen cuatro y para ellos mismos.
Es igual que la prensa de siempre diga que son acreditadísimos teólogos. Porque a los no católicos les trae sin cuidado. Y los católicos que la leen, en notable incoherencia, tampoco prestan la menor atención a ello. Y al día siguiente hasta se les ha olvidado el nombre del mismísimo Jon Sobrino.
No digamos ya los de Javier Vitoria, Xavier Alegre, Joaquín García Roca, Javier Melloni, y cuidado que este apellido, como el de Cigoña, es fácil de recordar, Joseph Vives, Oriol Tuñí, Ignasi Salvat, José Sols, Llorenç Puig, Antoni Blanch o Joan Carrera.
Notará el lector un indudable acento catalán entro todos estos conocidísimos teólogos. Con lo que ya no sé si la afirmación del articulista que nos presenta la noticia estuvo muy despistado o tiene una notable mala milk. Lo digo porque se refiere a ellos como "prestigiosos teólogos españoles". Así. De Espanya o de Spain.
Supongo que el Joan Carrera no será el obispo auxiliar de Barcelona. Caso de que lo fuera, que no lo quiero creer, sería urgentísima la patada del nuncio en su episcopal trasero. O la de Roma en el arzobispal ídem del Excelentísimo, Reverendísimo, Portuguesísimo e Inutilísimo Señor Nuncio Apostólico.