Liturgia de la ASCENSIÓN 2025 (C)

ASCENSIÓN 2025 (C)
Reflexión inicial:
Nos dice hoy San Pablo algo precioso y esencial: "Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo".
De haber vivido hoy habría precisado más: "os ESTÁ DANDO espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo". Porque Dios no tiene FUTURO ni PASADO, solo tiene PRESENTE.
Los buenos DESEOS para el futuro, que se repiten en la Liturgia, son ERRÓNEOS aplicados a Dios. Cuando el Cura repite, por ejemplo, "el Señor esté con vosotros" expresa una FALSEDAD porque el Señor ESTÁ siempre con vosotros.
Es obligación de los fieles corregir los errores de la doctrina y la liturgia, aunque no tengamos "poder humano" para hacerlo oficial y universal. No podemos quedarnos con la fe del carbonero: "La de quienes, como las gallinas, tragan todo, sean granos, sean chinas", como decía Unamuno.
Por eso hoy repito:
- "Si no buscas al Dios Verdadero, que vive en ti e ilumina tu mente y tu corazón, no eres católico, ni siquiera cristiano. Eres solamente un repetidor de rutinas".
- "La única catequesis (formación cristiana) a la que asistirán los católicos practicantes será la Misa dominical. Y no se nos conduce, por desgracia, al Dios Único y Verdadero, sino a un ídolo imaginario y minusválido"
- "Si la Misa no está llena de LUZ y MOTIVACIÓN (finalidad de la venida de Cristo) será un ejercicio FALLIDO (aún con buena voluntad o cumplimiento de lo mandado). Que es lo que está ocurriendo. Por eso cada vez se irán más".
- "El camino para conocer y amar a Dios es bajar a lo profundo del hombre, donde late su imagen y semejanza. Por eso hay que empezar la Misa bajando y reconociendo lo que llevamos dentro, no dándose rutinarios golpes de pecho".
- "La CULPABILIDAD debilita. El RECONOCIMIENTO de lo positivo fortalece y motiva" (Principio sicológico que se olvida y contradice en las misas) Solo arrojando LUZ, podrás ver las sombras.
- "Todo lo razonable es "palabra de Dios" auténtica".
- "Donde falta el deseo de encontrarse con Dios, allí no hay creyentes, sino pobres caricaturas de personas que se dirigen a Dios por miedo o por interés" (Simone Weil).
En esta Liturgia que envío todas las semanas se intenta evitar los errores y dar LUZ y MOTIVACIÓN.
Y empezamos:
El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu están con todos vosotros.
Y con tu Espíritu
MONICIÓN DE ENTRADA
La Ascensión del Señor, nos enseña que la plenitud no es más que vivir eternamente felices con Dios.
Hoy damos gracias a Dios:
Por los que comunican el valor de su Palabra.
Por los que hacen visible el cielo obrando el bien en la tierra.
Por los artistas que, a través de sus obras, nos hacen gustar la belleza de Dios.
Por los músicos que nos ayudan a profundizar en nuestro interior y nos invitan a preparar aquel cántico que un día todos cantaremos alabando a nuestro Dios en el cielo.
Por los que, siendo testigos de Jesús, preparan la futura casa del cielo haciendo más habitable la tierra.
Por la Iglesia que es ese faro que nos guía (aunque algunos la emprendan a pedradas contra ella) invitándonos a no perder de vista la fuerza que viene desde la otra orilla.
Hoy, el día de la Ascensión, es un motivo de alegría: ¡Ahí tenéis mi obra! ¡Yo os ayudaré desde el cielo y desde dentro de vuestro corazón!
ACTO DE RECONOCIMIENTO
Jesús asciende al cielo pero nos recuerda permanentemente que Dios está siempre en nuestro corazón, y que se manifiesta en nuestras cualidades. Por eso le damos gracias por ellas comprometiéndonos a dejarlas rebosar hacia los hermanos.
Queremos vivir el don de la PAZ, la interior que nos da tu presencia y la exterior que tenemos que construir todos juntos. Nos comprometemos a vivirla cada día diciendo: Nos comprometemos Señor
Queremos vivir el don del AMOR, el que tú nos manifiestas en nuestro interior y en todo lo que nos das, y el que nosotros queremos vivir y dejar rebosar hacia los hermanos. Nos comprometemos Señor
Queremos vivir los dones de la BONDAD y la AYUDA preocupándonos de nuestro desarrollo personal y de ayudar a los demás en todo lo que podamos. Por eso decimos: Nos comprometemos Señor
Dios Padre amoroso TIENE siempre MISERICORDIA de nosotros, conoce nuestras limitaciones y nos guía de su mano a la vida eterna.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo….
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ tienes piedad de nosotros...
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ atiendes nuestras súplicas
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, TÚ tienes piedad de nosotros
ORACIÓN COLECTA
Nos envías, Señor, a contárselo a todos. No quieres que tu amor nos lo quedemos para nosotros solos.
TÚ NOS DAS palabras claras y sencillas.
TÚ NOS DAS entusiasmo y capacidad para contagiar tu mensaje.
TÚ NO DAS un lenguaje que llegue al corazón de los hombres.
TÚ NOS DAS gestos amorosos que transmitan tu amor.
TÚ NOS DAS creatividad para traducirte a estos tiempos.
TÚ NOS DAS libertad interior para atrevernos a transparentarte en nuestra vida.
Queremos abrirnos a todo lo que nos das en nuestro interior y deseamos derramarlo.
Queremos recordar siempre que contamos con tu impulso interior, que es la fuerza que nos dinamiza.
Queremos impregnarnos de tu Buena Noticia y que se vea cómo rebosa hacia los demás.
Queremos que allí donde estemos se note tu presencia.
Queremos que nuestro interés sea construir esa nueva sociedad de Paz y de Justicia, de Alegría y Amor, a la que Tú nos invitas siempre. Amén.
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (1,1-11):
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo.
Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.
Una vez que comían juntos, les recomendó: «No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado.
Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo»
Ellos lo rodearon preguntándole: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?»
Jesús contestó: «No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.»
Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista.
Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.»
Palabra de Dios
Salmo 46
R/. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas
Pueblos todos batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra. R/.
Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad. R/.
Porque Dios es el rey del mundo;
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1,17-23):
Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo.
Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro.
Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.
Palabra de Dios
Conclusión del santo evangelio según san Lucas (24,46-53):
R/Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
Vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto».
Después los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.
Palabra del Señor
R/Gloria a tí Señor Jesús
HOMILÍA
La experiencia de la resurrección transformó la vida de los discípulos, los convirtió en “testigos” de la resurrección y de la Vida Nueva de Jesús.
Y ser testigos implica salir y dar testimonio de lo visto y vivido. Un autor cristiano lo expresó así en esta poesía, en la que hoy resumo mi homilía:
Que Jesús resucitó
no resulta una evidencia
pero fue una experiencia
que a su gente transformó.
No cabe una explicación
que demuestre lo imposible.
Sólo la fe da razón
de que murió pero vive.
Jesús vive en las mujeres
prontas y madrugadoras,
apóstolas y testigas,
pioneras del encuentro
con Jesús resucitado,
porque solo el corazón
ve a quien es invisible.
Jesús vive en los testigos
que dan fe de que lo han visto
caminando a su lado
porque lo reconocieron
cuando partían el pan.
Pan partido y compartido,
y repartido entre todos
es sacramento de vida
resucitada en Jesús.
Jesús vive en Nazaret
de la vida cotidiana
humilde, dada y callada
de personas ignoradas.
Jesús vive en el desierto
de la soledad optada,
del silencio y la oración
y la vida contemplada.
Jesús vive en la utopía
de quien cree que otro mundo
es posible y lo intenta
porque ya lo experimenta.
Jesús vive donde dos
o tres invocan su nombre
y se reúnen con él.
El amor se experimenta
cuando se es fraternidad
y hermosa sororidad.
El “mirad cómo se aman”
es testimonio viviente
de que Jesús está en medio.
Jesús vive en quienes mueren
mártires por la justicia,
Romero, Gerardi, Berta,
todos los Ellacurías
y las Elbas y Celinas.
Jesús vive en los profetas
que denuncian la injusticia
y anuncian un mundo nuevo
y lo viven ya en sus vidas.
Jesús vive entre las sombras
de una Iglesia pecadora.
El Espíritu es más fuerte
que las miserias humanas.
Nunca se apaga del todo
la luz que nos ilumina
y siempre resurgen brotes
de Evangelio entre las piedras.
Jesús vive en quienes optan
por ser humildes entre humildes
y hacen su vida servicio,
donación y amor sencillo.
Jesús vive en quienes viven
con la fuerza de su Espíritu.
Jesús vive en quienes mueren
dando su vida por otros.
Jesús vive en la memoria
de la nube de testigos
que han seguido su camino
y han vivido como él.
CREDO
Sacerdote.- ¿Creéis en Dios, que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios Padre?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia y a todos para hacer un mundo mejor?
Todos. Sí, Creemos.
Sacerdote: ¿Creéis en la resurrección y en la Vida eterna, que ya comenzamos a disfrutar aquí y disfrutaremos plenamente al final de nuestro camino por esta vida?
Todos. Sí, Creemos.
ORACIÓN UNIVERSAL
Hermanos a menudo los seguidores de Jesús somos acusados de poner nuestros ojos en el cielo y olvidarnos de la tierra. Oremos.
Viviremos una fe encarnada
• Soñamos con una Iglesia, comunidad de Jesús, que se siente cada día enviada a las periferias de nuestras ciudades, a las Galileas de tantas vidas rotas y ahí ser presencia y Buena Noticia.
Viviremos una fe encarnada
• Deseamos que nuestras comunidades parroquiales y religiosas sean trocitos de cielo en la tierra, pequeños oasis de una humanidad renovada y alimentada por la fuerza del Espíritu.
Viviremos una fe encarnada
• Confesamos a Jesús de Nazaret cuando somos semilla sembrada en la tierra de los pobres, excluidos, enfermos, refugiados, amenazados y contagiamos los valores del Reino.
Viviremos una fe encarnada
• Denunciamos toda situación de injusticia, mentira, odio, violencia cada vez que somos cauce de alegría, reconciliación, verdad, dignidad, delicadeza y amor.
Viviremos una fe encarnada
• Anunciamos un seguimiento de Jesús encarnado, siendo sal y luz aquí y ahora, en lo de cada día, sin aspavientos, amasando con delicadeza las relaciones, mirando el mundo con la mirada del Amor.
Viviremos una fe encarnada
Padre bueno, todos nosotros nos tomaremos muy en serio vivir remando a favor del Reino, siendo en todo tiempo y lugar Buena Noticia. Gracias por Jesús que inició el camino del Reino, y vive por los siglos de los siglos. Amén
En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia oremos a Dios Padre Misericordioso
El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA…
ORACIÓN OFRENDAS
Señor, te ofrecemos el pan y el vino, frutos de la tierra y del trabajo humano. Simbolizan nuestro alimento y la alegría de la vida. Junto a ellos, ofrecemos, también, nuestro amor y nuestro cariño hacia los nuestros y hacia todos. Recíbelo como nuestra mejor ofrenda. PJNS.
PREFACIO
El Señor está con vosotros
Y con tu Espíritu
Levantemos el corazón
Lo tenemos levantado hacia el Señor
Damos gracias al Señor nuestro Dios
Es justo y necesario
Siempre es bueno, Padre santo,
darte gracias y bendecirte por la huella de tu amor
que está presente en toda la creación.
Hoy celebramos con especial alegría
tu reencuentro con Jesús, tu hijo amado
De Ti partió, en Ti vivió
y a Ti llegó finalmente como última meta.
Jesús nos trazó con su vida el sendero
y despertó nuestra esperanza.
Tú nos has creado, Tú nos sostienes
y nos acompañas en la vida,
y algún día, al igual que Jesús,
nos encontraremos plenamente contigo.
Gracias, Señor y Dios nuestro.
Toda la naturaleza entona cada día
un bello canto en tu honor.
No podemos ser menos los humanos
y por ello, nos unimos a todos los pueblos de la tierra
para agradecer la grandeza de tu corazón.
SANTO, SANTO, SANTO
CONSAGRACIÓN y PLEGARIA
SANTO eres en verdad, Padre,
y con razón te alaban todas tus criaturas,
ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro,
con la fuerza del Espíritu Santo,
nos das Vida y santificas todo.
Congregas a tu Pueblo sin cesar,
para que ofrezca en tu honor esta OFRENDA
desde donde sale el sol hasta el ocaso.
Recibimos tu Espíritu con alegría
para que santifique este pan y este vino
y se conviertan para nosotros
en el sacramento del Cuerpo y + la Sangre de Jesús,
en la Persona y la Vida de Jesús, aquí significadas.
Porque Él mismo,
la noche en que iba a ser entregado,
habiendo amado a los suyos,
que estaban en el mundo,
los amó hasta el extremo.
Mientras cenaba con sus discípulos,
tomó un pan, y dando gracias te bendijo,
lo partió y lo repartió a sus discípulos, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz,
y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque éste es el cáliz de mi sangre,
sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para iluminar vuestras vidas.
haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra fe.
Anunciamos y proclamamos tu resurrección. Ven Señor Jesús.
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial
de la ENTREGA de Jesús,
de su admirable resurrección y ascensión al cielo,
mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos, en esta acción de gracias,
TODO lo que somos y tenemos.
Tú diriges tu mirada sobre esta OFRENDA de tu Iglesia
y reconoces en ella nuestra adhesión a Jesús,
que vino a revelarnos tu Rostro de verdadero Padre,
que nos ama sin límite, y el Camino que a Ti conduce.
Nos unimos en este sacramento al Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, aquí significadas,
que se entregó por nosotros para dejarnos su ejemplo de Vida y su LUZ sanadora.
Nos abrimos de todo corazón a tu Espíritu Santo
que nos ilumina y fortalece desde dentro
en el seguimiento de Jesús, tanto individual como colectivamente.
Y así, unidos como hermanos,
formemos con Cristo un solo cuerpo
y un solo espíritu.
Él nos transforma en verdaderamente humanos
en nuestro diario caminar hacia tu Heredad,
donde seguiremos alabándote
junto con tus elegidos,
con María, la Virgen Madre de Dios y madre nuestra, su esposo san José,
los apóstoles y los mártires,
y todos los santos,
que nos precedieron en el camino hacia Ti.
Te ofrecemos, Padre, nuestro compromiso de adhesión a Jesús,
que ratificamos en esta celebración,
para que contribuya a la Paz y la Humanización del mundo entero.
Confirmamos nuestra lealtad con esta tu Iglesia,
que peregrina en la Tierra,
fortalecida por nuestra fe y caridad.
Nos unimos a TODOS tus hijos de este Pueblo,
iluminado y fortalecido por Jesús,
junto con sus servidores: el Papa León,
nuestro Obispo N…,
el orden episcopal, los presbíteros y diáconos.
Tú atiendes los deseos y compromisos
de esta Familia,
que has congregado en tu presencia
en este domingo, día en que Cristo
venció a la muerte.
Él nos ha hecho partícipes de su Sabiduría y Fortaleza para que imitemos su ejemplo
en el camino hacia tu Heredad eterna.
Te damos GRACIAS porque nuestros
hermanos difuntos…, familiares,
amigos y miembros de nuestra Comunidad,
tras su maduración en el “espacio” y “tiempo”
de este mundo, ya disfrutan contigo
en tu eterna casa del Cielo.
Queremos ser parte del Reino interior,
que tu Hijo nos reveló,
y extenderlo a nuestro mundo
para que podamos gozar TODOS de tu felicidad eterna, junto con Cristo, Señor nuestro,
por quien concedes al mundo todos los bienes.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén
PADRENUESTRO
PADRE Y MADRE NUESTRA
EN QUIEN SOMOS Y VIVIMOS.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
TÚ NOS DAS HOY
NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
TÚ PERDONAS NUESTROS PECADOS
Y NOSOTROS QUEREMOS PERDONAR
A LOS QUE NOS OFENDEN.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal. Amen
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ NOS DAS la paz
Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.
ORACIÓN FINAL
Aquí vino y se fue. Vino…,
nos marcó nuestra tarea
y se fue.
Tal vez detrás de aquella nube
hay alguien que trabaja
lo mismo que nosotros.
Y tal vez las estrellas no son más
que ventanas encendidas de una fábrica
donde Dios tiene que repartir
una labor también.
Aquí vino
y se fue.
Vino…, llenó nuestra caja de caudales
con millones de siglos y de siglos,
nos dejó unas herramientas… y se fue.
Él, que lo sabe todo,
sabe que estando solos,
sin dioses que nos miren,
trabajamos mejor.
Detrás de ti no hay nadie. Nadie.
Ni un maestro, ni un amo,
ni un patrón.
Pero tuyo es el tiempo.
El tiempo y esa gubia
con que Dios comenzó la creación. Amén.
BENDICIÓN
El Señor os bendice, os guarda
y en sus palmas os lleva tatuados.
Os acompaña en todos los caminos.
Y hace prósperas las obras de vuestras manos.
Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.