Mensaje del encuentro de los obispos amazónicos convocado por la CEAMA Los obispos de la Amazonía apuestan por la CEAMA, “oportunidad de servicio y renovación para cada comunidad”

Encuentro de los Obispos de la Amazonía
Encuentro de los Obispos de la Amazonía

El episcopado amazónico, que se sienten “pastores de la Iglesia sinodal”, agradece y reconoce la entrega generosa y arriesgada de numerosos miembros del Pueblo de Dios en la Amazonía

Se valoran los avances significativos “en la escucha, la articulación de las diócesis, la revitalización de los diversos consejos, el planeamiento pastoral y la formación teológica, espiritual, ministerial y pastoral que busca responder a los signos de los tiempos”

El mensaje reflexiona sobre las resistencias y miedos de una Iglesia sinodal y con rostro amazónico, que se manifiesta en la falta de discernimiento y cierto autoritarismo, clericalismo y poco espíritu misionero y disposición y audacia para ir a las periferias

Los obispos de la Amazonía, reunidos en la sede de Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, Bogotá, al que agradecen por su acogida y hospitalidad, de 17 a 20 de agosto, en un encuentro convocado por la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), han publicado un mensaje al final del evento. Un texto, dado a conocer este 21 de agosto, en el que se define a la CEAMA, como un signo de esperanza a cinco años del Sínodo de la Amazonía.

Encuentro de los Obispos de la Amazonía en Bogotá

Reconocer avances, resistencias, desafíos y esperanzas

Un encuentro en el que se ha querido “escuchar e identificar los procesos que, inspirados por el Sínodo de la Amazonía y la Exhortación Apostólica Querida Amazonía, nos han permitido reconocer nuestros avances, resistencias, desafíos y esperanzas”, según recoge el mensaje. El escrito agradece las palabras enviadas por el Papa León XIV, en el que indica que “la misión de la Iglesia de anunciar el Evangelio a todos los hombres (cfr. AG 1), el trato justo a los pueblos que allí habitan y el cuidado de la Casa común”.

El episcopado amazónico, que se sienten “pastores de la Iglesia sinodal”, agradece y reconoce la entrega generosa y arriesgada de numerosos miembros del Pueblo de Dios en la Amazonía, destacando el ejemplo de los mártires, “un vivo testimonio que nos alienta continuamente en nuestra misión evangelizadora”. Igualmente se valoran los avances significativos “en la escucha, la articulación de las diócesis, la revitalización de los diversos consejos, el planeamiento pastoral y la formación teológica, espiritual, ministerial y pastoral que busca responder a los signos de los tiempos”. Junto con ello, ‘una mayor conciencia en relación con la ecología integral, el bioma, la defensa del territorio y los derechos de sus habitantes, particularmente de los pueblos originarios”, enfrentando las amenazas que sufren por su defensa del ecosistema amazónico, tan importante para la vida de sus comunidades.

Resistencias y miedos

El mensaje reflexiona sobre las resistencias y miedos de una Iglesia sinodal y con rostro amazónico, que se manifiesta en la falta de discernimiento y cierto autoritarismo, clericalismo y poco espíritu misionero y disposición y audacia para ir a las periferias.

Los obispos se sienten impulsados “a ser instrumentos de comunión, comunicación y sinodalidad”, y desafiados a generar prioridades sinodales para la región, así como crecer en espíritu profético. Todo eso en “una Iglesia centrada en el bautismo, del cual han surgido todas las vocaciones y los ministerios ordenados”. En ella, los pastores de la Amazonía se comprometen a escuchar y compartir “con sensibilidad las culturas y las espiritualidades de los pueblos que la habitan. Una actitud que nace del hecho de ser tierra y de la crisis climática generada por un trato irresponsable e irrespetuoso. Algo que lleva a los obispos a renovar su compromiso con la ecología integral y el cuidado de la casa común, a caminar con las comunidades y aprender de la sabiduría ancestral de los pueblos indígenas. Desde ahí, el mensaje subraya que “la Amazonía no es una tierra vacía para explotar; es una tierra habitada, amada y cuidada desde generaciones, y es lugar de la presencia de Dios”.

Obispos de la Amazonía

Obispos que caminan con la gente

En la Iglesia de la Amazonía, sus obispos dicen caminar juntos, “cuidando a nuestros fieles y siendo cuidados por ellos”, situándose al lado de la gente, “compartiendo las alegrías y los sufrimientos de nuestras comunidades, aprendiendo de su fe sencilla y de su testimonio de ser sal y luz de la tierra (cfr. Mt 5,13-14), dejándonos sostener por su cercanía y su oración”.

El episcopado amazónico reconoce a la CEAMA como “espacio privilegiado de comunión, discernimiento y misión”, y se compromete “a hacerla crecer, fortalecerse y consolidarse, para que sea oportunidad de servicio y renovación para cada comunidad cristiana de la región, y signo de esperanza para toda la Iglesia”. Para ello apuestan en programas de formación y esperan encontrar formas de sostenibilidad económica. Un compromiso que encomiendan a la intercesión de María, Madre de la Amazonía.

CEAMA Mensaje Final Encuentro de Obispos by Jesús Bastante

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