Consejo Misionero Nacional y REPAM Venezuela se pronuncian ante los permanentes abusos a las comunidades indígenas
En un comunicado firmado por Monseñor Jonny Eduardo Reyes y Monseñor José Ángel Divasson, Presidentes de la Comisión Episcopal de Misiones, Indígenas y Afrodescendientes – COMINA y de la Red Eclesial Pan Amazónica – REPAM, de Venezuela, respectivamente, la Iglesia católica venezolana se ha pronunciado ante los “permanentes abusos de los que son víctimas las comunidades indígenas, por parte de miembros de las Fuerzas Armadas Nacionales, de grupos irregulares de la guerrilla y del hampa común”.
La nota muestra la solidaridad ante la violación de los Derechos Humanos por parte del ejército, que desencadenó en la muerte de Charlie Peñaloza Rivas, indígena del pueblo pemón, el pasado 8 de diciembre, episodio que dejó heridos a otros dos hermanos pemones. Por ello, los obispos piden respeto a los pueblos indígenas y el fin de la minería ilegal, con todas sus prácticas asociadas, denunciando que las propias autoridades promueven y algunos de sus miembros hasta participan en ellas de modo abierto e irrespetuoso.
El pueblo pemón, en una nota pública, dada a conocer el último día once ha llamado cobarde, colonizador, ladrón, cínico, mentiroso, asesino, difamador, mafioso, ignorante y charlatán al Ministro del Poder Popular para la Defensa, Vladimir Padrino López, por negar la responsabilidad del gobierno venezolano en los hechos, desmontando uno por uno los argumentos usados por Padrino López, a quien exigen su renuncia.
En otra declaración del día doce de diciembre, los pemones respondieron a Nicolás Maduro, quien ese mismo día les había acusado de ser delincuentes. Los indígenas, sin embargo, ven delito en muchas actitudes del Presidente venezolano, al que acusan, entre otras cosas, de no presentar su partida de nacimiento al postularse como candidato a la Presidencia, del nombramiento irregular de los magistrados del Tribunal Supremo, de la convocatoria fraudulenta de una constituyente, del nombramiento ilegal del Fiscal General de la República, de fraude electoral, de la falta de medicinas en los hospitales o de comida en los hogares, que provoca la muerte de niños.
Delante de esa situación, los obispos piden formas de desarrollo menos agresivas contra el medio ambiente y contra la dignidad de los pueblos, exigiendo justicia y respeto a todos los hermanos indígenas, condenando la violencia de Estado y solicitando el esclarecimiento de los hechos y el juicio de los responsables.
Comunicado del Consejo Misionero Nacional y la REPAM ante los acontecimientos de violación de los DDHH de los Indígenas Venezolanos.
La situación de dolor e injusticia que viven hoy nuestros hermanos del Pueblo Pemón en Canaima, Estado Bolívar, así como los obscuros acontecimientos sucedidos en la comunidad de Picatonal (Municipio Atures del Edo. Amazonas, 04 Noviembre 2018) y los permanentes abusos de los que son víctimas las comunidades indígenas, por parte de miembros de las Fuerzas Armadas Nacionales, de grupos irregulares de la guerrilla y del hampa común, nos mueven a levantar la voz de denuncia y solidaridad que el profeta Isaías reclama: “Aprendan hacer el bien, esfuércense en hacer lo que es justo, ayuden al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan los derechos de la viuda” (Is 1,17).
Ante los acontecimientos de violación de los DDHH sucedidos el pasado sábado 8 de diciembre que provocaron la muerte de Charlie Peñaloza Rivas de la comunidad indígena de Canaima y dejaron heridos a otros dos hermanos pemones, el Consejo Misionero Nacional y la Red Eclesial Panamazónica se pronuncia:
1. El indígena es de naturaleza pacífica y da siempre muestras de paciencia, pero se ha venido cargando de indignación y rabia, ante las continuas formas de irrespeto a sus más elementales derechos, y por el maltrato, vejación y humillación que sufre por los órganos de seguridad del Estado Venezolano, quienes deberían velar por su integridad personal y el respeto a sus espacios territoriales y a su cultura.
2. Los grupos indígenas se preguntan ¿Hasta cuándo? El irrespeto no es nuevo, sino que se viene dando constante y sistemáticamente, a pesar de las leyes existentes. ¡Basta de irrespeto a los indígenas! Los indígenas son tan venezolanos como cualquier otro venezolano.
3. La minería ilegal, con todas sus prácticas asociadas, de contrabando de gasolina, prostitución, contaminación, violencia armada y organizada, y mafias económicas, genera un ambiente de profunda degradación humana. Todo esto es aún más grave cuando las propias autoridades que deben poner un límite y control a las actividades ilícitas, pareciera que las aúpan y algunos de sus miembros hasta participan en ellas de modo abierto e irrespetuoso.
4. La situación social generada en los territorios al sur del Orinoco, es inhumana y hostil a la vida decente; atenta contra las comunidades indígenas y las poblaciones criollas asentadas en las riberas de los ríos.
5. Los indígenas, llevados por la pobreza y el abandono, se ven obligados a participar en acciones que destruyen y socavan su dignidad. La voracidad del estado minero debe detenerse para respetar y promover en aquellos territorios formas de desarrollo menos agresivas contra el medio ambiente y contra la dignidad de los pueblos que los habitan.
6. Los indígenas de nuestras comunidades cristianas y los misioneros que les sirven, nos sentimos convocados a anunciar la Buena Nueva para todos los pueblos “Que todos tengan vida y vida en abundancia” (Juan 10,10). Es por ello que exigimos justicia y respeto a todos los hermanos indígenas, especialmente para con aquellos que sufren el peso de la exclusión y el irrespeto continuo, así como con los que viven el dolor por la pérdida de sus familiares.
7. Condenamos la violencia de Estado que maltrata la dignidad de los pueblos indígenas y les arranca vidas por el afán de dominio territorial y de aprovechamiento ilícito de las riquezas de esas tierras ancestrales.
8. Solicitamos a las autoridades competentes que se haga luz sobre las acciones de violencia sucedidas en Canaima y en otras zonas indígenas del país, y se juzgue a los responsables.
9. Nos encomendamos a la protección de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela para que nos ayude a todos a gestar una nación en paz donde todos tengamos lugar.
Caracas, 14 de Diciembre de 2018
+Excmo. Mons. Jonny Eduardo Reyes S.
Obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho.
Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, Indígenas y Afrodescendientes. Presidente del COMINA
+Excmo. Mons. José Ángel Divasson
Obispo Emérito del Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho
Presidente de la REPAM
La nota muestra la solidaridad ante la violación de los Derechos Humanos por parte del ejército, que desencadenó en la muerte de Charlie Peñaloza Rivas, indígena del pueblo pemón, el pasado 8 de diciembre, episodio que dejó heridos a otros dos hermanos pemones. Por ello, los obispos piden respeto a los pueblos indígenas y el fin de la minería ilegal, con todas sus prácticas asociadas, denunciando que las propias autoridades promueven y algunos de sus miembros hasta participan en ellas de modo abierto e irrespetuoso.
El pueblo pemón, en una nota pública, dada a conocer el último día once ha llamado cobarde, colonizador, ladrón, cínico, mentiroso, asesino, difamador, mafioso, ignorante y charlatán al Ministro del Poder Popular para la Defensa, Vladimir Padrino López, por negar la responsabilidad del gobierno venezolano en los hechos, desmontando uno por uno los argumentos usados por Padrino López, a quien exigen su renuncia.
En otra declaración del día doce de diciembre, los pemones respondieron a Nicolás Maduro, quien ese mismo día les había acusado de ser delincuentes. Los indígenas, sin embargo, ven delito en muchas actitudes del Presidente venezolano, al que acusan, entre otras cosas, de no presentar su partida de nacimiento al postularse como candidato a la Presidencia, del nombramiento irregular de los magistrados del Tribunal Supremo, de la convocatoria fraudulenta de una constituyente, del nombramiento ilegal del Fiscal General de la República, de fraude electoral, de la falta de medicinas en los hospitales o de comida en los hogares, que provoca la muerte de niños.
Delante de esa situación, los obispos piden formas de desarrollo menos agresivas contra el medio ambiente y contra la dignidad de los pueblos, exigiendo justicia y respeto a todos los hermanos indígenas, condenando la violencia de Estado y solicitando el esclarecimiento de los hechos y el juicio de los responsables.
Comunicado del Consejo Misionero Nacional y la REPAM ante los acontecimientos de violación de los DDHH de los Indígenas Venezolanos.
La situación de dolor e injusticia que viven hoy nuestros hermanos del Pueblo Pemón en Canaima, Estado Bolívar, así como los obscuros acontecimientos sucedidos en la comunidad de Picatonal (Municipio Atures del Edo. Amazonas, 04 Noviembre 2018) y los permanentes abusos de los que son víctimas las comunidades indígenas, por parte de miembros de las Fuerzas Armadas Nacionales, de grupos irregulares de la guerrilla y del hampa común, nos mueven a levantar la voz de denuncia y solidaridad que el profeta Isaías reclama: “Aprendan hacer el bien, esfuércense en hacer lo que es justo, ayuden al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan los derechos de la viuda” (Is 1,17).
Ante los acontecimientos de violación de los DDHH sucedidos el pasado sábado 8 de diciembre que provocaron la muerte de Charlie Peñaloza Rivas de la comunidad indígena de Canaima y dejaron heridos a otros dos hermanos pemones, el Consejo Misionero Nacional y la Red Eclesial Panamazónica se pronuncia:
1. El indígena es de naturaleza pacífica y da siempre muestras de paciencia, pero se ha venido cargando de indignación y rabia, ante las continuas formas de irrespeto a sus más elementales derechos, y por el maltrato, vejación y humillación que sufre por los órganos de seguridad del Estado Venezolano, quienes deberían velar por su integridad personal y el respeto a sus espacios territoriales y a su cultura.
2. Los grupos indígenas se preguntan ¿Hasta cuándo? El irrespeto no es nuevo, sino que se viene dando constante y sistemáticamente, a pesar de las leyes existentes. ¡Basta de irrespeto a los indígenas! Los indígenas son tan venezolanos como cualquier otro venezolano.
3. La minería ilegal, con todas sus prácticas asociadas, de contrabando de gasolina, prostitución, contaminación, violencia armada y organizada, y mafias económicas, genera un ambiente de profunda degradación humana. Todo esto es aún más grave cuando las propias autoridades que deben poner un límite y control a las actividades ilícitas, pareciera que las aúpan y algunos de sus miembros hasta participan en ellas de modo abierto e irrespetuoso.
4. La situación social generada en los territorios al sur del Orinoco, es inhumana y hostil a la vida decente; atenta contra las comunidades indígenas y las poblaciones criollas asentadas en las riberas de los ríos.
5. Los indígenas, llevados por la pobreza y el abandono, se ven obligados a participar en acciones que destruyen y socavan su dignidad. La voracidad del estado minero debe detenerse para respetar y promover en aquellos territorios formas de desarrollo menos agresivas contra el medio ambiente y contra la dignidad de los pueblos que los habitan.
6. Los indígenas de nuestras comunidades cristianas y los misioneros que les sirven, nos sentimos convocados a anunciar la Buena Nueva para todos los pueblos “Que todos tengan vida y vida en abundancia” (Juan 10,10). Es por ello que exigimos justicia y respeto a todos los hermanos indígenas, especialmente para con aquellos que sufren el peso de la exclusión y el irrespeto continuo, así como con los que viven el dolor por la pérdida de sus familiares.
7. Condenamos la violencia de Estado que maltrata la dignidad de los pueblos indígenas y les arranca vidas por el afán de dominio territorial y de aprovechamiento ilícito de las riquezas de esas tierras ancestrales.
8. Solicitamos a las autoridades competentes que se haga luz sobre las acciones de violencia sucedidas en Canaima y en otras zonas indígenas del país, y se juzgue a los responsables.
9. Nos encomendamos a la protección de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela para que nos ayude a todos a gestar una nación en paz donde todos tengamos lugar.
Caracas, 14 de Diciembre de 2018
+Excmo. Mons. Jonny Eduardo Reyes S.
Obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho.
Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, Indígenas y Afrodescendientes. Presidente del COMINA
+Excmo. Mons. José Ángel Divasson
Obispo Emérito del Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho
Presidente de la REPAM