II Encuentro de la Red Eclesial de Comunicación de América Latina y el Caribe Fernando Vásquez invita a cultivar la escucha para renovar el diálogo eclesial
"Escuchar supone constreñir nuestro deseo de subyugar al otro"
"La escucha enmarca una actitud de acogida al otro totalmente indispensable para enfrentar la cultura del descarte en la que vivimos inmersos"
El evento se propone intercambiar experiencias significativas de los diferentes países del continente de la Red Eclesial de Comunicación pensando en fortalecer su identidad y analizando la perspectiva que tendrán sus acciones hacia el futuro
El evento se propone intercambiar experiencias significativas de los diferentes países del continente de la Red Eclesial de Comunicación pensando en fortalecer su identidad y analizando la perspectiva que tendrán sus acciones hacia el futuro
«La actitud de escucha nos enfrenta a nuestras verdades y a nuestras fronteras ideológicas, no es algo espontáneo y no puede confundirse con quedarse callado», fue una de las reflexiones que hizo el catedrático Fernando Vásquez durante la ponencia que abrió la agenda del II Encuentro de la Red Eclesial de Comunicación de América Latina y el Caribe (RECLAC), reunida del 21 al 23 de noviembre en Bogotá.
Evento que se propone intercambiar experiencias significativas en los diferentes países como base de la identidad de la Red y avanzar en el trabajo sobre la perspectiva de sus acciones hacia el futuro.
Centrada en la importancia y las condiciones necesarias para lograr una escucha efectiva, durante su intervención el académico hizo énfasis en las perspectivas que el Papa Francisco ofreció sobre el tema a lo largo de su pontificado.
¿Se considera usted un buen escucha?, fue la pregunta que motivó el discernimiento en los más de 30 comunicadores provenientes de 17 países del continente.
Superar la actitud del espectador
Un ejercicio de autoevaluación que dio paso a la definición de la escucha como esa actitud que supera el oír y se relaciona con la capacidad del corazón para permitir la proximidad y el verdadero encuentro espiritual con el otro. Concepto propuesto por el Papa Francisco que al lograrse, amplía el horizonte y facilita el hallazgo de esos puntos en común entre dos o más personas, según el experto.
No obstante, requiere de la disposición para superar las divergencias que siempre termina por enriquecer; uno de los ejes de la propuesta hecha por el Papa Francisco al afirmar que «la escucha nos ayuda a encontrar el gesto y la palabra oportuna que nos desinstala de la tranquila condición de espectadores».
Así, Vásquez recordó que para el primer Papa latinoamericano, escuchar supone constreñir nuestro deseo de subyugar al otro y pensar en el beneficio mutuo; esto implica un esfuerzo por comprender al otro, asumiendo el riesgo de ser custodios de su palabra; porque como bien argumentó Francisco «la escucha es garantía para el diálogo fecundo, la inclusión y la cultura del encuentro».
De hecho Vásquez insistió citando al Papa, la escucha entraña un don o una gracia que es necesario pedir para luego ejercitar, hasta que logre encarnarse. «Implica discernimiento, un autoexamen en nuestro modo de comunicarnos o interrelacionarnos».
Silenciar la propia voz
En esta línea precisó el investigador, Francisco habló de la escucha como un atributo fundacional de la familia, de los procesos de crianza y un elemento de la Iglesia misionera que sale, escucha, abraza y acompaña.
Un concepto básico que en sus palabras se hace presente en documentos como Laudato Si’ donde plantea como base de la conversión ecológica: «la escucha del clamor de la tierra como el clamor de los pobres».
De esta forma Vásquez habló de la escucha como esa disposición, una actitud de acogida indispensable para enfrentar la cultura del descarte en la cual vivimos inmersos además de constituirse en una virtud que merece ser enseñada y por ende testimoniada. Principios que, en su opinión, deben iluminar las prácticas comunicativas de la RECLAC, por lo que planteó una serie de condiciones básicas que facilitan los procesos de buena escucha en el contexto de la comunicación.
Entre ellas aseguró el experto, aparece la voluntad de contención, que no es otra cosa que aprender a callarse, silenciar la propia voz. Proceso que implica mantener la atención concentrada y focalizar el sentido del oído para captar los mensajes de forma interesada. Igualmente está el deseo de mantener una disposición abierta del entendimiento, fijándose en los detalles con perspicacia, agudizando la capacidad de relación entre las partes del mensaje y haciéndose más diestro en la habilidad de la retroalimentación.
Disponerse para el otro
Esto -explicó- necesariamente nos llevará a dominar esas técnicas de acompañamiento verbal que superan «el asentimiento y las formas que ayudan a «clarificar, resumir o recapitular». Siete condiciones básicas para un proceso de buena escucha que de acuerdo con Fernando Vásquez deben motivar un compromiso entre los comunicadores católicos, una meta que determine entre otras cosas «una tarea de autoformación para el futuro inmediato».
Esto, porque según indica «escuchar a otra persona y disponerse para ella, nos obliga a romper las lógicas de la prisa y el utilitarismo inmediato». Esto hace que una confidencia adquiera la densidad y la riqueza guardada en sus titubeos, pausas y silencios». Un camino que nos conduce a mermar nuestra agresión y adquirir el tacto necesario para interactuar con los que desconocemos o se presentan en nuestro quehacer con una clara evidencia de fragilidad explícita u oculta.
Solo de esta forma concluyó Vásquez, tenemos que «adentrarnos en las particularidades de la escucha» al igual que explorar en lo que él denomina «sus porosidades y campos de acción porque representan un compromiso de todos los que tienen una responsabilidad comunicativa» que en el contexto eclesial no puede marginarse de una de las principales enseñanzas del recordado Papa Francisco: «No se comunica si antes no se ha escuchado».