Los Magos el ver la estrella
se pusieron en camino fiados en este signo aparecido en el cielo confiaron encontrar al rey de los judíos. Muchos años antes, Abrahán dejó su tierra de Ur de Caldea
siguiendo la voz de Dios que le invitaba a dejar su tierra para ir a la tierra que él le indicaría.
La fe de Abrahán y la fe de los Magos es para nosotros
un estímulo para seguir también la invitación que nos hace a cada uno de nosotros el Señor en este tiempo de Adviento, tiempo de preparación al primer advenimiento de Jesús y a su segundo advenimiento al fin de los tiempos: Salir de nosotros mismos, no estar tan centrados en nuestros pequeños o grandes problemas para mirar que nos pide Dios, de qué tenemos que salir de nosotros mismos y ponernos en camino al encuentro del Señor que viene y al encuentro del hermano en el que Dios se encuentra. Quizás en una imagen poco atractiva, pero en él está Dios, porque
todo hombre ha sido creado a imagen y semejanza del Dios.Saber salir de nuestro pequeño círculo para tener una mirada más universal, reflexionar sobre los graves problemas de la humanidad nos hará ver nuestros problemas en su justa dimensión y desear que el Reino de justicia y paz tan cacareado en las navidades y tantas veces tan maltrecho se haga una realidad en nuestra sociedad.
Texto: Hna. María Nuria Gaza.