Amor y sacrificio

Amor
Amor y sacrificio son dos palabras que forman un binomio. Amar es darse y si amas llega un momento en que tendrás que sacrificarte por lo amado. Puede ser la ciencia, el arte, el amor humano…

¡Cuántos sacrificios no hace una madre desde que ha concebido en su seno! Tiene que someterse por su hijo a una dieta, no puede tomar bebidas alcohólicas, ni fumar, si quiere velar por el buen desarrollo de su feto; tiene que soportar las incomodidades de la gestación, en una palabra tiene que sacrificarse por el bien de su futuro bebé. Todas estas molestias las soporta con amor, le parecen insignificantes por la ilusión de traer al mundo su hijo.

Y mal a andaría la madre que no hiciera estas cosas. Cierto que conocí a una mujer muy bella que se negaba a tener hijos porque iba a perder su bella figura. Su esposo quería tener descendencia, no era creyente, y a la tal señora le ocurrió que perdió a su marido que se casó con otra mujer que si quería tener hijos.

Los hay que por amor a la investigación se sacrifican a una dura vida de estudio que les exige grandes sacrificios algunos hasta renunciar al amor humano. Otros por el amor humano tienen que dejar su patria, su familia, sus amigos para unirse a la persona amada. En una palabra tiene que sacrificar muchas cosas por amor a su pareja. Los hay que por un ideal y por amor a Dios renuncian a formar una familia para darse enteramente al bien de los demás.

Jesús llamó a los apóstoles para estar con él pero luego los lanzó a ir por el mundo a predicar el Evangelio y, ¡cuántas peripecias tuvieron que sufrir por amor! Siguieron el ejemplo del Maestro que por amor a la humanidad se entregó a la muerte y una muerte de cruz.Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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