Contrasentidos

Hace un tiempo escuché en una charla de oración al cardenal de Sevilla, Carlos Amigo,, hablaba acerca de nuestra vida cristiana y de los contrasentidos que llevamos dentro. Muchas cosas de cuanto dijo me llamaron la atención por su contenido y por su forma de expresión, por su fácil cercanía con la realidad de muchos.

Afirmaba que la mayoría de los que nos reconocemos y presentamos como cristianos no acabamos de creer las palabras de Jesús que están recogidas en los evangelios, nos parecen escritas para otros y nos cuesta vivir de acuerdo con la verdadera enseñanza de Jesús, como si cada uno de nosotros tuviéramos en lo profundo de nuestro corazón los elementos necesarios y convincentes para no vivir de acuerdo con la Buena Nueva que Cristo nos trajo, y para realizarnos un patrón a nuestra propia medida.

Y ponía algunos ejemplos recogidos en palabras o actitudes habituales hoy, que no han dejado de hacerme pensar. Así, el cardenal Amigo afirmaba que cuando Dios nos dice: “al que te hiere, ponle la otra mejilla”, nosotros preferimos vivir de acuerdo con la ley del “ojo por ojo…” y nos mantenemos lejos del Evangelio que nos invita a la misericordia.

Dios perdona siempre nuestros pecados y nuestras mezquindades y nosotros en cambio nos limitamos a afirmar que “no podemos perdonar” y seguimos adelante! Estas actitudes son fruto de la pequeñez de espíritu que llevamos dentro, del miedo que nos da presentarnos como verdaderos cristianos y de la facilidad con que hallamos mil excusas que nos apartan del camino de Dios. Texto: Hna. Carmen Solé.
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