Cuento contigo

Un breve mensaje de móvil puede limitar las palabras por el espacio, pero no su contenido y mucho menos el mensaje de una persona que te importa. Se vive una situación concreta, de cierta incertidumbre, sobretodo de querer luchar y tirar para adelante.

Ese mensaje que se recibe, obtiene una respuesta inmediata que también habla y mucho: “Lo que importa, es lo que uno de verdad vive y luchar por aquello que se cree y se ama. ¿Sabes? Yo también necesito tu apoyo. Cuento contigo”.

La primera parte del mensaje, responde a la persona desde un intentar animar, porque en la vida hay que agarrarse a lo que verdaderamente importa, palpar lo esencial, en una continua lucha en la que se ha de ir apostando por lo que de verdad se ama y vale la pena.

Por otro lado, el final de ese mensaje, la persona que dirige palabras de apoyo y de ánimo hacia el otro, es capaz de reconocer que también necesita ayuda para seguir avanzando, para continuar la lucha, se necesitan apoyos para seguir reafirmando el camino de seguimiento al Señor.

Que alguien te diga o que tu digas ¡Cuento contigo! es inexplicable, se deposita mucho en el otro y también se recibe mucho. A la vez, es un regalo, donde la confianza depositada es muy grande y ésta hay que saber cuidarla, regarla, dejarla crecer.

Cada día hay Alguien que nos dice ¡Cuento contigo!, y con ello está depositando su confianza e invitándonos a continuar la marcha. Texto: Hna. Ana Isabel Pérez.
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