María, la que está atenta

Hace llenar de agua las tinajas destinadas para la purificación de los judíos y ordena que saquen un poco y lo lleven al maestro de ceremonia. Una vez probada el agua convertida en vino, éste llamó al novio y le dijo: “Todo el mundo sirve primero el mejor vino a los invitados y cuando ya han bebido bastante, se sirve el vino corriente. Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora”. Este fue el primer signo que Jesús realizó.
Si Jesús que no tenía ningún interés en realizar el primer milagro, y fue por la intervención de María, su madre, que lo realizó, no dudemos en recurrir a María para que interceda por nosotros en nuestras necesidades. Su Hijo no puede resistirse a sus peticiones. Texto: Hna. María Nuria Gaza.