La fidelidad del Señor

Fidelidad
El autor del salmo 88 está convencido de la fidelidad del Señor. Por cinco veces lo repite a lo largo del salmo: “Anunciaré tu fidelidad por todas las edades” (v.2). “Más que el cielo has afianzado tu fidelidad” (v. 3). “El cielo proclama tus maravillas, Señor, y tu fidelidad, en la asamblea de los ángeles” (v.6). “Señor de los ejércitos, ¿quien como tu? El poder y la fidelidad te rodean” (v. 9). “Justicia y Derecho sostienen tu trono, Misericordia y Fidelidad te preceden” (v. 15). Algunos podrían pensar que el salmista chochea, pero no, es un hombre que ha experimentado como Dios es fiel, él está convencido de esta realidad. El mismo Dios lo ha hecho saber a su pueblo, el Señor es un Dios fiel que promete que la misericordia y la fidelidad acompañarán a David el rey por antonomasia de Israel.

Dios no retirará su favor a David y su linaje será perpetuo. Si no son fieles a la alianza él los castigará pero no les retirará su favor (cf. vv. 31-38).

Pero en un momento de la historia del pueblo de Israel parece que Dios se ha olvidado de su promesa por ello el autor del salmo hace memoria a Yahvé de su promesa: “Pero tú, encolerizado con tu Ungido, lo has rechazado y desechado; has roto la alianza con tu siervo y has profanado hasta el suelo su corona; has derribado sus murallas y derrocado sus fortalezas” (v. 39-41). La forma tan coloquial de reclamar a Dios y hacerle memoria de sus promesas, demuestra la confianza de este judío. Él esta seguro de la fidelidad del Señor, ésta no puede fallar por esto se encara con Dios.

Es un buen salmo para meditar en nuestros momentos de zozobra y oscuridad: La fidelidad del Señor dura siempre. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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