Esta mañana

Escucha
En esta mañana Señor saliste a mi encuentro, hiciste que te reconociera en la persona que pusiste ante mí, que detuviera la mirada en quien lo necesitaba. Lo que parecía sencillamente un saludo cotidiano de buenos días y cada una a lo suyo, se convirtió en un tiempo de compartir la vida misma y sin duda, en tu presencia. Nos encontramos en la calle, nos dijimos: “Buenos días”, a continuación me dijo que quería decirme algo y en sus primeras palabras, me hizo ver que era momento para ir más allá, ¿tienes tiempo y nos sentamos? fue mi pregunta, la respuesta fue su compartir. Ese saludo matutino dio paso a tomarnos el tiempo para sentarnos detenidamente, a escuchar e intentar estar cerca de la persona que compartía también con sus lágrimas el momento actual de su vida por el que atraviesa dificultades.

Agradezco enormemente su confianza, el acercarse y a la vez, doy gracias al Señor por darme la luz para detectar que necesitaba ese momento para respirar profundo, donde palpas las lágrimas que tocan la humanidad de la persona y a la vez la fuerza para seguir luchando, para escoger la vida. Por otras personas, sabía que no estaba pasando un momento fácil pero tampoco me había atrevido a ir más allá. Ahora, el habernos encontrado de tú a tú en un clima de confianza, de paz, me lleva a tenerla más presente en la oración, a intentar estar más cerca. ¡Señor, ayúdala en esta etapa de oscuridad que atraviesa y dale luz!

Ayúdanos Señor a estar atentos a la vida, en el día a día, en las personas que pones en el caminar. Texto: Hna. Ana Isabel Pérez.


Esta mañana
enderezo mi espalda,
abro mi rostro,
respiro la aurora,
escojo la vida.

Esta mañana
acojo mis golpes,
acallo mis límites,
disuelvo mis miedos,
escojo la vida.

Esta mañana
miro a los ojos,
abrazo una espalda,
doy mi palabra,
escojo la vida.

Esta mañana
remanso la paz,
alimento el futuro,
comparto alegría,
escojo la vida.

Esta mañana
te busco en la muerte,
te alzo del fango,
te cargo, tan frágil.
Escojo la vida.

Esta mañana
te escucho en silencio,
te dejo llenarme,
te sigo de cerca.
Escojo la vida.
(Benjamín González Buelta, sj)
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