La piedra rechazada

Piedra angular
“La piedra que rechazaron los arquitectos, es ahora la piedra angular” (v. 22). La piedra rechazada de la que habla el salmo 117 podría ser San Pedro. Los constructores de una religión razonable hubieran escogido otro hombre para construir una nueva religión. Este tipo era casi analfabeto, rústico, traidor, timorato para tomar decisiones. Incluso después de Pentecostés San Pablo tiene que regañarlo para que comprenda su misión universal y sin embargo Jesús lo eligió. La piedra es San Pedro: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra construiré mi Iglesia”.

La piedra rechazada por los constructores es también Cristo, tratado como malhechor, torturado como un prisionero común, abandonado al populacho que grita: Crucifícale. Y sin embargo es el rey universal sobre el que descansa el universo.

Nosotros somos piedras vivas de este edificio que es la Iglesia. Jesús cuenta con nosotros para sostener los más débiles de la comunidad. La piedra de ángulo somos cada bautizado pero esta piedra no encuentra sentido que si se apoya sobre la roca de los cimientos que es Cristo Jesús. Pidamos al Señor que refuerce en nosotros la gracia de nuestra confirmación, para que cimentados y bien ensamblados, construyamos la Iglesia de Jesús. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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