Le critica por no hacer más para reasentar en el país a refugiados perseguidos Una agencia estatal de EEUU afea a Trump su falta de compromiso con la libertad religiosa

(Cameron Doody).- Rapapolvo a Trump a cuenta de su inacción sobre la libertad religiosa en EEUU y el mundo más ampliamente. La independiente Comisión Estadounidense sobre la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) ha pedido en un nuevo informe que la administración del republicano priorice la liberación de personas presas por sus convicciones de fe y que haga más para reasentar a los refugiados que huyen de la persecución.

"Hemos concluido que los que mandan no son lo suficientemente sensibles al problema de la persecución religiosa" en los países de origen de algunos no ciudadanos de los EEUU contra los que el Departamento de Seguridad Nacional ahora, bajo Trump, ha empezado a tramitar procesos de "deportación expedita", dijo el director de la USCIRF, Daniel Mark, de acuerdo con lo publicado por el RNS. "Es importante que cuando la gente viene [a los Estados Unidos] con un miedo creíble de persecución si vuelve a casa, que esto se reconozca y que se les trate de forma apropiada bajo la ley". 

Pero no es solo el tratamiento en EEUU de refugiados creyentes perseguidos por su religión en sus países de origen que preocupa a la USCIRF. También les inquieta que el presidente Trump no haya provisto fondos suficientes a la oficina del embajador extraordinario para la libertad religiosa internacional ni que haya priorizado hasta aquí la liberación de personas "encarceladas por sus creencias religiosas, actividades, identidad o defensa de la libertad religiosa" alrededor del mundo. Tales como Andrew Brunson, un pastor evangélico estadounidense actualmente encarcelado en Turquía, o Asia Bibi, la cristiana pakistaní aprisionada por no querer convertirse al islam.

En concreto, el informe de la USCIRF alerta sobre abusos severos contra la libertad religiosa "cada vez peores" en 28 países en el mundo. Tales como la "limpieza étnica" de musulmanes rohingya en Myanmar; la persecución de budistas, musulmanes y practicantes de Falun Gong en China; la "campaña genocida" del Daesh contra cristianos, yazidíes y musulmanes sunitas; o el hostigamiento de Rusia a los Testigos de Jehová, los musulmanes y los cienciólogos.

Tal y como hizo en su informe de 2017, la Comisión pide al Departamente de Estado que redesigne diez naciones como "países de preocupación especial" por sus flagrantes violaciones de la libertad religiosa y como tales susceptibles a sanciones económicas y mercantiles: Myanmar, China, Eritrea, Irán, Corea del Norte, Arabia Saudí, Sudán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán. La USCIRF, además, exige que se añada a semejante 'lista negra' otros seis países nuevos: la República Centroafricana, Nigeria, Pakistán, Rusia, Siria y Vietnam.

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