El franciscano denuncia en la Toscana la situación en Gaza Padre Faltas: "¿Dónde está la comunidad internacional? ¿Dónde están los derechos humanos?"

"La situación en Gaza es terrible, la gente sigue muriendo, mueren de hambre, de sed, de calor, es realmente una situación inhumana. ¿Dónde está la comunidad internacional? ¿Dónde están los derechos humanos?"
El padre Ibrahim Faltas, fraile franciscano de la Custodia de Tierra Santa, se encuentra en Italia para una serie de iniciativas
"En Gaza los niños llevan dos años sin escuelas. Están privados de todo, de la escuela, de la atención médica, no hay médicos, no hay medicinas. Y tampoco pueden jugar"
Una situación que no solo afecta a Gaza: Belén, cuenta el padre Faltas, "se ha convertido en una prisión a cielo abierto"
"En Gaza los niños llevan dos años sin escuelas. Están privados de todo, de la escuela, de la atención médica, no hay médicos, no hay medicinas. Y tampoco pueden jugar"
Una situación que no solo afecta a Gaza: Belén, cuenta el padre Faltas, "se ha convertido en una prisión a cielo abierto"
(SIR).- «La situación en Gaza es terrible, la gente sigue muriendo, mueren de hambre, de sed, de calor, es realmente una situación inhumana. ¿Dónde está la comunidad internacional? ¿Dónde están los derechos humanos?». Es el testimonio del padre Ibrahim Faltas, fraile franciscano de la Custodia de Tierra Santa. En Italia para una serie de iniciativas, estos días se ha reunido con el Consejo de los Jóvenes del Mediterráneo, organismo con sede en Fiesole.
Acogido en la redacción de Toscana Oggi, ha concedido una larga entrevista que se publicará, en vídeo y en el semanario, en los próximos días.
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«El 1 de septiembre —cuenta— abrimos las escuelas en toda Tierra Santa, Belén, Jerusalén, pero en Gaza los niños llevan dos años sin escuelas. Los niños están privados de todo, de la escuela, de la atención médica, no hay médicos, no hay medicinas. Y tampoco pueden jugar. Son niños que solo han visto guerra, huida, refugio, desastres, escombros».
El padre Faltas recuerda también la peregrinación que los obispos toscanos realizaron a Jerusalén y Belén el pasado mes de junio: «La de los obispos de la Toscana fue un gesto. Todos han apreciado esta visita, que aún recuerdan». Una situación que no solo afecta a Gaza: Belén, cuenta el padre Faltas, «se ha convertido en una prisión a cielo abierto. Con los puestos de control cerrados, antes de la guerra muchos trabajaban en Israel, tenían permiso para ir a trabajar todos los días, ahora no tienen esos permisos, no trabajan, no salen, además de los que trabajaban en el sector del turismo y llevan dos años sin trabajar».
También los cristianos viven una situación de sufrimiento: «Los cristianos —cuenta— se están marchando de Belén, 185 familias de Belén se han ido, estamos hablando de más de 700 personas, si esto sigue así, realmente no quedará ningún cristiano».
