"No basta con denunciar, reprimir y condenar un crimen perverso", dice la CEI Ante los abusos, la Iglesia en Italia cambia el paso: “No hay lugar para omitir o subestimar”
Ante la lacra de los abusos, “no hay lugar para actitudes de omisión o subestimación, no basta con denunciar, reprimir y condenar un crimen perverso, que repercute no solo en las víctimas, sino también en sus familiares y en el pueblo de Dios, desorientado y desconcertado entre la duda, la incredulidad y el escándalo”
Maffeis insta a convertir la protección de los menores de “problema de emergencia” en “misión permanente, capaz de convertirse en cultura en la familia, en la escuela, en el mundo del deporte —como en la propia comunidad cristiana— para crear entornos acogedores y seguros
Ante la lacra de los abusos, “no hay lugar para actitudes de omisión o subestimación, no basta con denunciar, reprimir y condenar un crimen perverso, que repercute no solo en las víctimas, sino también en sus familiares y en el pueblo de Dios, desorientado y desconcertado entre la duda, la incredulidad y el escándalo”, informa el SIR.
Así lo señaló con rotundidad Ivan Maffeis, arzobispo de Perugia-Città della Pieve durante las vísperas recitadas este pasado martes por los obispos italianos en la basílica de Santa Maria degli Angeli, en la Jornada Nacional de Oración por las víctimas y los supervivientes de abusos y al término de la segunda jornada de la Asamblea de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).
Desde esa afirmación, el arzobispo hizo igualmente un llamamiento a “todos los componentes de la sociedad civil, para que tomen conciencia colectiva ante dramas que roban la confianza del corazón de los pequeños y manipulan su conciencia, privándolos de los valores en los que basar su vida”.
“Toda falta de respeto es, en distintos grados, una forma de violencia, de explotación, de necesidad incontrolada de posesión, de ofensa a la dignidad, de corrupción. Cuando la víctima es un menor o una persona vulnerable, quedan heridas que no prescriben, sino cicatrices indelebles”, añadió el pastor, quien ha elaborado una especie de decálogo para hacer frente a la lacra de los abusos.
Así, entre otras cuestiones, propone acoger, escuchar y acompañar “con disponibilidad a las personas abusadas en su necesidad primaria de ser creídas y, por lo tanto, de obtener justicia”, pero también a tener piedad “de quienes se han manchado de una responsabilidad tan aberrante, compartiendo con ellos el exigente camino de la reparación y la conversión”.
"Misión permanente"
Igualmente, Maffeis insta a convertir la protección de los menores de “problema de emergencia” en “misión permanente, capaz de convertirse en cultura en la familia, en la escuela, en el mundo del deporte —como en la propia comunidad cristiana— para crear entornos acogedores y seguros, donde cada persona sea reconocida y respetada en su sacralidad”.
“Tolerancia cero con los abusos. Estamos llevando a cabo un proceso de verdad para devolver la dignidad a las víctimas”, señaló por su parte, Francesco Savino, obispo de Cassano all'Ionio y vicepresidente de la CEI para el Sur, consultado por el SIR. “Como Iglesia italiana, estamos cultivando y llevando adelante un proceso de verdad. Caminemos juntos. Ciertamente, puede haber incomprensiones, pero estas no deben bloquear el proceso; debemos caminar en la verdad y ser capaces de comunicar esta verdad en la caridad”.