Tras "el colapso de la disciplina teológica y formativa" de los años 60 Los seminarios de Estados Unidos viven una 'época dorada' (a pesar del papa Francisco, dicen los críticos)

Mientras en muchos países de Europa los seminarios católicos afrontan graves problemas relativos a la formación y a la madurez de sus alumnos, lo que ha llevado al Vaticano a publicar una nueva Ratio sacerdotalis, los centros formativos para los futuros sacerdotes en los Estados Unidos parecen haber superado esa fase, que en esta información se viene a situar en “la agitación posterior al Concilio Vaticano II de la década de 1960 y la crisis de abusos sexuales”
Los seminarios estadounidenses están en su mejor momento en décadas, y posiblemente que nunca”, señala en esta misma información George Weigel, biógrafo de Juan Pablo II y que no ha ahorrado duras críticas al pontificado de Francisco. De hecho, da la sensación de que esta ‘época dorada’ se estaría viviendo en aquellos seminarios a pesar del pontificado del Papa argentino…
“Estoy convencido de que los seminarios católicos estadounidenses están en muy buen estado, mejor que en muchas décadas. Si bien existen estadísticas sobre la formación en seminarios, mi propia conclusión se basa en mi experiencia personal y en conversaciones con muchos otros rectores y formadores de seminarios durante los 14 años que llevo en este trabajo. Incluso la llamaría una 'época dorada' de la formación en seminarios”. Es el diagnóstico que hace en el National Catholic Resgister(NCR) Carter Griffin, rector del Seminario San Juan Pablo II en Washington, D.C.
Mientras en muchos países de Europa los seminarios católicos afrontan graves problemas relativos a la formación y a la madurez de sus alumnos, lo que ha llevado al Vaticano a publicar una nueva Ratio sacerdotalis, los centros formativos para los futuros sacerdotes en los Estados Unidos parecen haber superado esa fase, que en esta información se viene a situar en “la agitación posterior al Concilio Vaticano II de la década de 1960 y la crisis de abusos sexuales”.
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“Algunos seminarios aún necesitan reformarse, pero... en una considerable mayoría, los seminarios estadounidenses están en su mejor momento en décadas, y posiblemente que nunca”, señala en esta misma información George Weigel, biógrafo de Juan Pablo II y que no ha ahorrado duras críticas al pontificado de Francisco. De hecho, da la sensación de que esta ‘época dorada’ se estaría viviendo en aquellos seminarios a pesar del pontificado del Papa argentino…
De hecho, los observadores citados vienen a coincidir en que el cambio comenzó en torno al año 2000, en los estertores del pontificado de Wojtyla, y donde los efectos de Pastores dabo vobis, su exhortación apostólica postsinodal sobre la formación de los sacerdotes, habría comenzado a ver sus primeros frutos.

“Hace veinte años, los seminarios apenas estaban dando un giro”, señala al NCR Carmina Chapp, decana de la Escuela de Estudios Teológicos del Seminario San Carlos Borromeo, en Filadelfia. “Creo que a partir de ahí, los seminarios comenzaron a mejorar en la calidad de su educación, su formación intelectual y su atención a la formación humana”, dijo.
“En lo que respecta a la reforma de los seminarios, la crisis de abusos de 2002 concentró la atención de los obispos de forma extraordinaria”, ratifica Weigel. “La crisis de abusos dejó inequívocamente claro que el aumento repentino de los casos de abuso se debió al colapso de la disciplina teológica y formativa en los seminarios a mediados y finales de la década de 1960”, en opinión del analista.
Adiós a Rahner
En este sentido, la decana considera que “los seminarios también han cambiado la manera en que forman teológicamente a los futuros sacerdotes, pasando de un currículo basado en las obras de Karl Rahner a uno influenciado por los escritos de Hans Urs von Balthasar y el papa Benedicto XVI”.

El otro factor que habría influido en esta ‘etapa dorada’ vino determinado por la grave crisis de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica estadounidense, tras la cual, la Conferencia Episcopal “puso mayor énfasis en la formación humana de los sacerdotes y la disciplina del celibato en el Programa de Formación Sacerdotal, que establece las directrices para la preparación de todos los seminaristas estadounidenses para el sacerdocio”.
"Rigor moral y solidez espiritual"
De esta manera, la información de este portal conservador estima que “la riqueza teológica parece ir de la mano del rigor moral y la solidez espiritual”. “Los hombres que se están preparando para discernir el sacerdocio en nuestra era cada vez más secular no están interesados en un cristianismo diluido. No conozco a ningún seminarista que desee un mensaje evangélico recalentado que anhele la aprobación de la cultura en general”, señala Griffin, en donde encuadra en esa especie de rigorismo las claves de esta ‘golden age’ sacerdotal auspiciada por un Episcopado muy crítico con el pontificado anterior.