Expertos analizan los retos de rediseño y también por qué fue tan difícil apagar el fuego ¿Cómo será el proceso de reconstrucción de Notre Dame?

Vista del interior de la catedral de Notre Dame después del incendio
Vista del interior de la catedral de Notre Dame después del incendio

Ya se ha recaudado más de 200 millones de euros para la reparación, sobre la cual el presidente francés Emmanuel Macron afirma: "Reconstruiremos la catedral aún más bella y quiero que esté acabada en cinco años"

Expertos en patrimonio recuerdan: "No es algo que se haya preservado perfectamente y que haya quedado totalmente destruido anoche"

"Podría considerarse un episodio traumático en la larga historia cíclica de creación, destrucción y reparación"

Una vez que las cenizas se asienten en Notre Dame, el laborioso proceso de restauración puede comenzar. La reconstrucción de la catedral tomará años, de 10 a 20 años, de acuerdo con expertos. Sin embargo, esta podría ser simplemente la más reciente evolución de una estructura que tomó varias décadas construir y que ha cambiado de forma muchas veces a lo largo de sus 850 años de historia.

Quienes buscan esperanza en la tragedia se sentirán alentados ahora que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó en una alocución por televisión que "reconstruiremos la catedral aún más bella y quiero que esté acabada en cinco años". Ya se emprendieron esfuerzos inmediatos que desembocaron en la promesa de entrega de 50 millones de euros de parte del Ayuntamiento de París y 200 millones de euros de parte de la casa de artículos de lujo, LVMH .

Estas donaciones tempranas indican que, probablemente, la parte más difícil de cualquier proyecto de restauración —el financiamiento— está cubierta. Los costos de la restauración variarán según las técnicas tradicionales o nuevas que podrían ser utilizadas, pero alcanzarán varios centenares de millones de euros, según los expertos.

Pero, si asumimos que se consiguen los recursos necesarios, ¿cómo se llevaría a cabo el proceso, exactamente?

Una 'guerra de desgaste'

Como ocurre con cualquier edificio dañado por incendio, la seguridad será la preocupación principal. La estructura principal (y dos campanarios) podrían haberse "salvado y preservado", según las autoridades francesas, pero podría haber partes de la catedral en riesgo de colapso y de caída de escombros.

Antes de distinguir lo salvable de lo irrecuperable, habrá que tomar medidas inmediatas para evitar más daños, de acuerdo con Jonathan Foyle, especialista en historia de la arquitectura y comunicador.

"Ya es un edificio húmedo por el agua que le han bombeado, así que tendrán que ponerle alguna especie de cubierta para protegerlo de los elementos", dijo en entrevista telefónica. "La función del techo era descargar miles de toneladas de agua, así que ¿a dónde irá todo eso? En este punto, habrá daños cada vez que llueva, así que ahora es una guerra de desgaste".

Tras proteger lo que queda del edificio, los equipos de restauración empezarán a evaluar el grado de daño. Parece que la bóveda se dañó parcialmente, pero la cantera podría estar más afectada de lo que parece.

Foyle explicó que las altas temperaturas pueden cambiar la composición química de la piedra caliza, así que podría haber calcificación que debilite la estructura. Además, echar agua fría sobre piedra caliente (como debió suceder inevitablemente cuando los bomberos combatían las llamas) pudo haber causado un choque térmico que pudo haber agrietado partes de la cantería de la catedral.

Un ejército de arqueólogos

Luego, las autoridades francesas tendrán que tomar una serie de decisiones de diseño para una reconstrucción óptima. Para ello tendrán que entender mejor cómo se construyó la catedral medieval.

"La azotea desnuda y la cantería superior revelarán aspectos de la historia del edificio que probablemente no se habían entendido", dijo Foyle. "Notre Dame prácticamente no tiene registros de construcción. Sabemos que [la construcción] comenzó en 1163 y que básicamente se terminó alrededor de 1240, pero no hay registros de construcción. Las pruebas de la evolución de ese edificio están en el tejido físico, así que necesitarás un ejército de arqueólogos para entender mejor qué partes repararán y a qué parte pertenecen".

Otro episodio en el ciclo de 'creación, destrucción y reparación'

Sin embargo, el objetivo de la restauración no siempre es replicar el pasado. Los gustos y las tecnologías modernos pueden influir en la reinterpretación de una estructura dañada. Tomemos por ejemplo la restauración reciente del Cutty Sark, el clíper del siglo XIX que se renovó a un costo de 50 millones de libras esterlinas tras un incendio devastador. El navío, atracción turística en Greenwich, Londres, ahora cuenta con una estructura contemporánea de vidrio que alberga instalaciones modernas en su base.

Es probable que las autoridades quieran ser fieles a las versiones tempranas de esta catedral propiedad del Estado. Pero también es factible que Francia tome una dirección audaz con uno de sus monumentos nacionales más icónicos.

De hecho, la aguja que se derrumbó ante el asombro de los transeúntes, la tarde del lunes, 15 de abril, fue una ruptura con el pasado, ya que se construyó durante una restauración general en la década de 1840. Su diseñador, el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc, construyó una aguja más alta y más elaborada que la anterior.

En esa restauración del siglo XIX hubo otros cambios significativos a la fachada y los interiores de la catedral.

"Notre Dame no es un edificio fosilizado en el tiempo", dijo Foyle. "No se ha quedado estático desde principios del siglo XIII".

"No es algo que se haya preservado perfectamente y que haya quedado totalmente destruido anoche. Podría considerarse un episodio traumático en la larga historia cíclica de creación, destrucción y reparación. Ha sobrevivido guerras, ha sobrevivido a reformadores y creo que esto terminará siendo un episodio más".

En estos momentos, sigue siendo difícil predecir cuánto tiempo y recursos se necesitarán para restaurar Notre Dame. No obstante, otros grandes incendios indican cuánto se gastará. Se dice que la Casa de la Ópera de Venecia, que quedó hecha trizas en un incendio en 1996, se reinauguró ocho años después, con un costo de 60 millones de euros. Cuando el castillo de Windsor, una de las residencias de la familia real británica, quedó gravemente dañada en un incendio, se reinauguró cinco años más tarde, en 1995, con un costo de 36.5 millones de libras (unos 900 millones de pesos).

Tal vez un precedente más relevante sea la catedral de York, en Reino Unido. Es una iglesia gótica que quedó parcialmente destruida tras un incendio, en 1984. La restauración tomó cuatro años y costó tan solo 2.25 millones de libras. Además, en términos de daño estructural, es probable que Notre Dame esté en mejores condiciones, ya que la bóveda estaba hecha principalmente de piedra, no de madera.

"Parece que la iglesia debajo [del techo quemado] quedó protegida del fuego intenso", dijo Foyle. "Esa es la gran diferencia entre un sitio como Notre Dame y la catedral de York, que tenía bóvedas de roble, por lo que se derrumbó y se quemó hacia arriba. Pero aun así, York se salvó".

¿Por qué fue tan difícil apagar el fuego?

¿Hubo algo que los bomberos pudieran haber hecho para prevenir o apagar antes el incendio que devastó la catedral?

Según expertos, varios factores complicaron su labor, como el hecho de que se trata de una estructura de más de 850 años de antigüedad, construida con madera y con un diseño de grandes espacios abiertos, sin sofisticados sistemas antiincendios. Dijeron que eso llevó al rápido avance de las llamas el lunes, lo que puso en peligro a toda la catedral antes de que los bomberos pudieran controlar el fuego.

“En muchos casos, cuando se trata de este tipo de circunstancias, no hay mucho que se pueda hacer”, opinó Glenn Corbett, profesor de ciencias de la combustión en la universidad John Jay College de Nueva York.

Los chorros de agua parecían totalmente rebasados frente a las llamaradas y las nubes incandescentes que emanaban de la iglesia. Las llamas derribaron la aguja de la catedral de 91 metros (300 pies) de altura y lanzaron escombros al aire, algunos del tamaño de una pelota de béisbol.

Las mismas características que convirtieron a Notre Dame en una atracción turística tan popular (su edad, su enorme tamaño y su mampostería de madera antigua) fueron las que la hacían susceptible al fuego, afirmó el administrador antiincendios de Estados Unidos G. Keith Bryant.

En ese tipo de edificios es casi imposible para los bomberos atacar las llamas desde dentro. Al contrario, deben asumir una posición defensiva “y tratar de controlar las llamas desde el exterior”, dijo Bryant, excapitán de bomberos en Oklahoma y expresidente de la Asociación Internacional de Jefes de Bomberos.

“Cuando un incendio avanza tanto se hace demasiado difícil arrojarle agua y enfriarlo para colocarlo bajo control”, añadió Bryant.

Y si bien hay cuantiosa agua justo al lado en el río Sena, el problema es hacerla llegar al lugar preciso.

"Simplemente no hay suficientes recursos, no hay suficientes equipos o mangueras para lanzar agua sobre un incendio de semejante magnitud, dijo Bryant.

Debido a que la catedral está en una zona de callejuelas angostas, los camiones de bomberos tradicionales no pueden pasar.

Y en cuanto a la sugerencia del presidente estadounidense Donald Trump de usar aviones que arrojaran agua sobre la catedral, los bomberos franceses respondieron que eso más bien empeoraría las cosas.

El impacto del agua sobre una estructura debilitada por el fuego habría provocado un colapso total del edificio, dijeron las autoridades francesas en un tuit.

Otros edificios históricos han tomado medidas recientes para reducir el riesgo de un incendio.

Por ejemplo, la Catedral de San Patricio en Nueva York, construido en 1878, instaló sistema similar a un aspersor durante labores recientes de reconstrucción, y cubrió su techo de madera con una sustancia retardante del fuego. Aparte de eso, la catedral es sometida a inspecciones antiincendios cuatro veces al año.

La Catedral Nacional de Washington, construida en 1912 con acero, ladrillos y piedra caliza, cuenta ahora con rociadores antiincendios, luego de un trabajo de reparación a raíz de los daños sufridos por el sismo de 2011.

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