Lope de Vega, sacerdote (6). Hoy he visitado la Casa-Museo de Lope

Esta mañana pude tomar una fotografía en el jardín de la Casa de Lope, situada al fondo. Este precioso vergel hacía las delicias del inquieto poeta que, en carta dirigida a un amigo, definía esta propiedad como "mi casilla, mi quietud, mi güertecillo y estudio". Todavía hoy, hoy más que nunca, podemos hablar de este espacio verde en el corazón de Madrid, como oasis de paz y silencio, de caricias de sol y gorjear de pájaros.
Un pozo de agua fresca saciaba, y sacia hoy, la sed de plantas y hombres. El poeta que habitaba la mansión, amorosamente escuchaba la llamada de las flores y bajaba a cuidarlas y hacerlas compañía.
ORATORIO PRIVADO DEL PRESBÍTERO LOPE

Subimos al primer piso en pequeño grupo de unas diez personas.Guiaba la visita una encantadora señorita. Y lo primero que nos enseña: ¡es el oratorio! Aquí celebraba misa diaria, en 1614, el recién ordenado presbítero Félix Lope de Vega y Carpio, de 52 años. Aquí rezaba su breviario y hablaba con Dios arrodillado sobre el gastado reclinatorio que tenemos delante. Preside el altar la imagen de un fervoroso labrador madrileño de quien ya había escrito, a finales de siglo, un relato poético en quintillas titulado castizamente "El Isidro".´
Volvería a poetizar la vida de Isidro nada menos que en la fiesta de su canonización (año de 1622). Por encargo del Ayuntamiento, había escrito dos comedias, "La niñez de San Isidro" y "La juventud de San Isidro", que se representarían solemnísimamente en la plaza de Palacio ante Felipe IV. Siempre cantando Lope sencillas aventuras de personajes humildes, y escenificando moralizantes historias en sonoros y populares versos.

DESDE SU DORMITORIO PUEDE SEGUIR LA MISA

A continuación nos enseñan la alcoba donde dormía, y murió, el escritor. El habitáculo más pequeño de la casa, sin ventana exterior. Lecho con dosel, elevado sobre una tarima.
Lo más curioso de este dormitorio es el ventanuco de la fotografía que se abre hacia la capilla, de tal forma que, enfermo, podía seguir piadosamente las ceremonias de la Misa. Y, con salud, dirigir la mirada y el corazón hacia el sagrado espacio de fe y trascendencia que tanto necesitaba su atormentado espíritu.
¿Porqué habilitar para la noche una habitación tan pequeña, tan interior? Acaso también porque hasta allí no llegaría el mal olor de la calle, donde, al no existir todavía alcantarillado, se arrojaban (¡agua va!) aguas mayores y menores que violentaban olfatos delicados. En este sentido, ¡qué regalo el interior jardín, alejado de tufos y excrementos!

EL RINCÓN DE LOS AMIGOS

El mayor salón de la casa acoge el estudio y biblioteca del popular escritor. En la presente imagen se observa una ordenación circular de asientos. Aquí se reunía Lope con amigos, entre otros con Quevedo. Las temperaturas en verano e invierno son en Madrid algo extremas: ¿cómo calentar una habitación tan enorme en la estación fría? El brasero central de los tertulianos aliviaría el rigor exterior (la casa, eso sí, disfrutaba del privilegio de cristales en las ventanas, que protegían de la nieve, del hielo, de la lluvia...
A la izquierda, hacia el fondo, se adivina otro sugerente espacio: el estrado, donde, sobre una tarima alta y espaciosa, se recostaban o sentaban sobre sus cruzadas piernas al estilo oriental, las mujeres de la casa y las invitadas. No nos olvidemos del Madrid árabe del siglo IX, que nos legó palabras, repostería, técnicas constructivas, costumbres... En la pared principal de la habitación de las mujeres cuelga un gran espejo de excelente calidad, que nos evoca conocidos retratos velazqueños de intimidad frente a un espejo muy similar.

NOS DESPEDIMOS, POR AHORA

No queda mucho espacio en el post y hay que terminar. De momento, observamos la mesa castellana de Lope sobre la que escribió, a lo largo de 25 años de estancia en la casa, excelentes obras como La dama boba, El perro del hortelano, El acero de Madrid... Y comedias con versos, como El caballero de Olmedo, El castigo sin venganza, Peribañez, Fuenteovejuna...
Nos queda una duda: ¿se instaló de verdad aquí Lope de Vega hace exáctamente 400 años? (Está demostrado que en 1610 adquirió en la calle Francos una vivienda por 9.000 reales.) ¿El mobiliario es el mismo? La respuesta más documentada es que sí que es la misma finca, el mismo edificio, pero restaurado en 1935, con gusto y fidelidad al estilo de las construcciones de finales del XVI. El mobiliario es casi todo del XVII. Y alguno incluso pudo haber pertenecido a Lope, y ha sido recuperado gracias, sobre todo, a su testamento de 1627 que incorpora un detallado inventario.

La visita a la Casa Museo es gratuita. Durante cuarenta minutos, previa cita, se le explica a un pequeño grupo, habitación por habitación, la historia de cada sala. Sugiero dos enlaces interesantes: la página web de la Comunidad de Madrid, muy útil (pulsar), y una explicación bastante completa del edificio y su historia (pulsar).
En mi visita eché de menos dos cosas: que se leyera algún poema de tan importante lírico, y que se habilitase en la planta baja una pequeña librería que facilitase la adquisición de libros sobre Lope.


LOPE DE VEGA, SACERDOTE
1.¿Porqué vistió los hábitos?
2.Una vida en verso
3.Sus mejores sonetos religiosos
ARREPENTIMIENTO
PASTOR
¿QUÉ TENGO YO QUE MI AMISTAD PROCURAS?
TEMORES EN EL FAVOR
4.Mis sonetos preferidos
QUIEN NO SABE DEL BIEN DEL CASAMIENTO...
A LA VISITACIÓN
NO SABE QUÉ ES AMOR QUIEN NO TE AMA...
FUERZA DE LÁGRIMAS
5.¿De verdad son de Lope estos sonetos?
A UNA CALAVERA
YO DORMIRÉ EN EL POLVO...
EN SEÑAL DE LA PAZ QUE DIOS HACÍA...
A SAN ANTONIO DE PADUA
6.Hoy he visitado la Casa–Museo de Lope
