El próximo miércoles es Miércoles de Ceniza. Acudiremos al Templo a signar la frente con ceniza del Domingo de Ramos, ya que las palmas y los olivos de entonces han ardido para nosotros en purificadora llama. Tiznaremos con ceniza el cabello o la frente y, sobre todo, el corazón. Estamos, ojalá, decididos a iniciar una cuarentena virtuosa en tránsito a una Pascua de Luz y Agua, de Vino y Pan, de Alegría y Fe.

"Convertíos y creed el evangelio". Nada más y nada menos que esta es la tarea personal que nos propone la Iglesia para estos días."Concédenos, Señor, el perdón, y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida." Las cenizas son rociadas con agua bendita y sahumadas con incienso. Y se nos dibuja sobre la frente el grafiti de un tercer ojo que nos ayude a vislumbrar la verdadera senda del amor, la piedad, la esperanza...

Textos hímnicos de la LITURGIA DE LAS HORAS
para el MIÉRCOLES DE CENIZA

OFICIO DE LECTURA

Cuatro textos hímnicos ha seleccionado la Comisión Episcopal de Liturgia para el rezo de las Horas en esta fiesta Cuaresmal. Están tomados de las conocidas "Coplas por la muerte de su padre", de Jorge Manrique. De las40 estrofas de doce versos que componen el extenso poema (480 versos),se eligen con acierto para hoy cuatro de ellas. Conozcamos ya la primera:

OFICIO DE LECTURA

1.

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
como se pasa la vida,
como se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el placer,
como, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

"Recuerde el alma dormida..." Da un aldabonazo al portalón de la conciencia, intentando espabilar la modorra del oyente. El poeta censor advierte que abramos bien los ojos y observemos "cómo se viene la muerte / tan callando; / cuán presto se va el placer"...En nuestra sociedad del bienestar se oculta mucho más la muerte que en el siglo XV, se publicita más el placer, aunque, una vez consumado, nos dejará también vacíos y con hambre.

2.

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en el mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos;
y, llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.

En esta segunda Copla se propone la metáfora del río, símbolo de vida, descendiendo trágicamente hacia su muerte en aguas oceánicas... Una actualización muy brillante de este tópico existencial lo constituye el poema de Dámaso Alonso"A un río le llamaban Carlos", que hemos ilustrado en otro post (pulsar)...

LAUDES

Para el rezo y la meditación de Laudes se nos presenta la robusta hilatura de una teología escatológica. La vida es camino de prueba y merecimiento.La muerte es un final y un comienzo en otra dimensión ("Este mundo es el camino / para el otro, que es morada / sin pesar...")

LAUDES

1.

Este mundo es el camino
para el otro, que es morada
sin pesar;
más cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nacemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos.

2.

Este mundo bueno fue
si bien usásemos de él
como debemos,
porque, según nuestra fe,
es para ganar aquel
que atendemos.
Aún aquel Hijo de Dios,
para subirnos al cielo,
descendió
a nacer acá entre nos,
y a vivir en este suelo
do murió.

La última Copla de la lectura de hoy nos comunica una visión esperanzada del camino hacia Dios del hombre peregrino. Dios se hizo niño y nos eleva hacia el cielo si nos dejamos conducir por Él...

"... EN POLVO, EN SOMBRA, EN NADA."

Es conocido el soneto de Góngora"Mientras por competir por tu cabello...", sobre todo por su desolador último verso:"en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada." Se exalta, en el soneto, la belleza de una señora (cabello, frente, labios, cuello...) y se le recomienda disfrutar hoy mismo de tan bellos atributos y sus placeres antes del deterioro, la aniquilación, el definitivo regreso a la materia bruta...

Reconociéndose mayor y por lo tanto muy próximo a este final, no se resigna Jesús Mauleón y le grita al Señor, Ser frente a la nada, "Dios vivo y mío",que quiere vivir en Él, de Él y por Él, ser suyo para ser eterno...

Ilustra estos versos una impresionante fotografía del cuadro de El Greco"Entierro del Conde de Orgaz", protegido de bombardeos en la Guerra Civil. A pesar de las apariencias, fue tratado con mimo tanto por el Frente Popular (1936) como por el Bando Nacional (1937). Restaurado posteriormente y acomodado en una sala exclusiva, dada su singularidad y dimensiones (4,80 x 3,60), es muy visitado en esta misma iglesia de Santo Tomé, donde luce espléndidamente.

La zona baja de la tela podría considerarse un espacio de muerte (el cadáver es trasladado para su enterramiento). Lo más importante está arriba: rodeado de ángeles y bienaventurados, Cristo resucitado preside la impresionante escena, en compañía de su Madre que recibe el alma del difunto. (Podéis disfrutar de una excelente reproducción del cuadro completo, pulsando aquí.)

Pero la presencia más curiosa y poco conocida, es la del ángel central que se hace cargo del alma del finado y sostiene un bulto, como crisálida en forma de niño, que presenta entre nubes a las altas instancias... (Ver reproducción, a la derecha.)

"Recuerde el alma dormida..." Así se iniciaban los versos de Manrique. Se visualiza ahora un nuevo nacimiento, una nueva creación, un despertar para siempre...

Podemos ya disfrutar y sentir unos apasionados versos del poeta navarro, quien, por cierto, ha publicado recientemente un intenso y luminoso poemario a la muerte de su madre(pulsar):

EN TIERRA, EN HUMO, EN POLVO, EN SOMBRA, EN NADA

El poeta genial, desalentado,
maldijo al tiempo y afeó a la muerte
que la bella mujer acabaría
en tierra, en humo, en polvo,
en sombra, en nada.

Señor:
tú eres el creador, tuya es la tierra
y el polvo de la tierra,
Padre del fuego, de la llama, el humo,
principio de la luz, tú la luz misma
e inventor de la sombra.
Tú eres la muerte de la muerte,
el Ser frente a la nada.
Y todas las señales de la edad y la ruina
son avisos de ti. ¡Nunca hiciste el morir,
Dios vivo y mío, Dios, mi abrazo
y padre de mi vida!

Desde la altura de mis años, grito:
¡Quiero vivir en ti, de ti, por ti,
quiero ser tuyo para ser eterno!