¡¡Sí, Sí, Sí, SARKOZY !!!!!!

Descubrí una traducción al castellano del discurso, y me he permitido, como jugando, reproducir fragmentos, pero sustituyendo simplemente alguna palabra del político francés. Donde dice Francia, oigamos España. Donde pronuncia Mayo del 68, escuchemos Progresismo por el cambio. A la izquierda una diapositiva que realicé y conservo con emoción, de una valla electoral de hace un cuarto de siglo. Felipe González, con cuarenta jovencísimos años, fue votado presidente con mayoría absoluta aquel octubre de 1982, iniciandose, hasta el día de hoy, la gran revolución del puño y de la rosa...
Pero oigamos ya a Sarkozy/Rajoy exponiendo descarnadamente su pensamiento:
NECESIDAD DE NACIÓN
La nación también había sido condenada. Pero aquí está de nuevo, para responder a la necesidad de identidad frente a la mundialización vivida como una empresa de uniformización y mercantilización del mundo en la que ya no quedaría lugar para la cultura y para los valores del espíritu... Yo he querido volver a poner la voluntad política y España en el corazón del debate político... Conjuraremos lo peor haciendo que la moral retorne a la política...
CONTRA LOS HEREDEROS DE PROGRESISMO POR EL CAMBIO
No me da miedo la palabra “moral”. Hoy, por primera vez en decenios, la moral ha estado en el corazón de la campaña presidencial. Progresismo por el cambio nos había impuesto el relativismo intelectual y moral... la idea de que todo vale, de que no hay ninguna diferencia entre el bien y el mal, entre lo verdadero y lo falso, entre lo bello y lo feo. Habían querido hacernos creer que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos alumnos, que no había diferencias de valor y de mérito. Habían querido hacernos creer que la víctima cuenta menos que el delincuente, y que no puede existir ninguna jerarquía de valores. Habían proclamado que todo está permitido, que la autoridad había terminado..., que ya no había nada que fuera grande, nada que fuera sagrado, nada admirable, y tampoco ya ninguna regla, ninguna norma, nada que estuviera prohibido...
La herencia de Progresismo por el cambio ha introducido el cinismo en la sociedad y en la política. Han sido precisamente estos valores los que han promovido la deriva del capitalismo financiero, el culto del dinero-rey, del beneficio a corto plazo, de la especulación. El cuestionamiento de todas las referencias éticas y de todos los valores morales ha contribuido a debilitar la moral del capitalismo, ha preparado el terreno para el capitalismo sin escrúpulos y sin ética...
LA IZQUIERDA HIPÓCRITA
El progresismo por el cambio ha degradado el nivel moral de la política. Todos esos políticos... dan al prójimo lecciones que jamás se aplican a sí mismos, quieren imponer a los demás comportamientos, reglas, sacrificios que jamás se imponen a sí mismos. Ésa es la izquierda... que le ha tomado gusto al poder, a los Privilegios. La izquierda que no ama a la nación porque no quiere compartir nada. Que no ama a España porque no ama la igualdad. Que pretende defender los servicios públicos, pero que jamás veréis en un transporte colectivo. Que ama tanto la escuela pública, que a sus hijos los lleva a colegios privados.
Que siempre encuentra excusas para los violentos, a condición de que se queden en esos barrios a los que ella, la izquierda, no va jamás. Esa izquierda que hace grandes discursos sobre el interés general, pero que se encierra en el clientelismo y el corporativismo. Que firma peticiones y manifiestos cuando se expulsa a algún “okupa”, pero que no aceptaría que se instalaran en su casa. Esa izquierda... es la que condena a España a un inmovilismo cuyas principales víctimas serán los trabajadores, los más modestos, los más pobres... Yo quiero rehabilitar el trabajo, quiero devolver al trabajador el primer lugar en la sociedad.
Lo siento, pero no nos queda espacio para reproducir más. Tenéis a mano un buen resumen en español. O leer el discurso completo en francés... Y que me perdonen mis amigos socialistas españoles. Tan sólo he pretendido jugar un poco, gastar una pequeña broma... ¿No tienen razón los que dicen que España es diferente?