Teresa: el cuerpo de Paz Vega

Acabo de asistir a la proyección de la película sobre santa Teresa de Ávila: "Teresa, el cuerpo de Cristo". Si observáis bien el fotograma publicitario de la película (a la izquierda) no se puede negar cierto guiño provocador del director de la cinta, el madrileño Ray Loriga, que pone el dedo en la llaga de la afectividad de la santa, enamorada de Jesús. En diversas visiones o sueños aparecen, cuerpo a cuerpo, Teresa y su amado Jesucristo. El Arzobispo de Tarazona ha echado sin duda leña a la hoguera inquisitorial denunciando "una campaña indecente que pretende mostrar a la Santa desde un prisma sexualizado." Si distinguimos erotismo y sexualidad tendremos que reconocer en la protagonista cierta complicidad sentimental y mística hacia la humanidad de Cristo. Denominar atracción sexual a esta relación me parece excesivo.

En uno de los textos más representativos de su autobiografía, que dio pie a la magnífica escultura de Bernini "Éxtasis de Santa Teresa", donde un sonriente ángel la alancea el corazón, escribe así la santa, refiriéndose al enviado de Dios:

"Víale en las manos un dardo de oro largo, y al fin de el hierro me parecía tener un poco de fuego; éste me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegava a las entrañas; al sacarle, me parecía las llevaba consigo y me dejava toda abrasada en amor grande de Dios" .


Si os asomáis por un momento a mi comentario al Cantar podéis contemplar la imagen de Bernini y alguna clave interesante. Por cierto que Teresa escribió un espiritual comentario al Cantar de los cantares que, a sólo dos años de su muerte, le fue inquisitorialmente secuestrado. Pinchad aquí para ampliar un poco esta noticia.

Volvamos telegráficamente a la película, que se cierra en Ávila cuando, con casi 50 años, va a iniciar la esforzada doctora de la Iglesia la fundación, por Castilla y la Península, de fervorosas, austeras, fraternales comunidades carmelitas (frente a la frívola separación de Doñas ricas, entre las que se contaba inicialmente Teresa de Cepeda y Ahumada, que vivían frívolamente en lujosos aposentos, y el resto de las religiosas, pobres, que las servían).

No os perdáis el impresionante desfile de pasarela de Teresa y sus compañeras pudientes vestidas por Elko Ishioka. Y la exquisita iluminación de José Luis Alcaíne que en algunos momentos me recuerda el claroscuro mágico de Ribalta o Zurbarán.

"Teresa, Teresa", otra gran película más intimista, más auténtica

Hace unas semanas se pudo adquirir, organizado por "ABC", la película "Teresa, Teresa", de Rafael

Gordon. Una afamada presentadora de televisión (Assumpta Serna), atravesando el túnel del tiempo, invita a su plató a una Teresa de Jesús increíblemente lúcida y actual. Isabel Ordaz, que encarna a la perfección la inteligencia, ingenuidad, espiritualidad, fortaleza... de la santa avilesa, responde con gracia y amenidad, a las excitantes preguntas de Assumpta. En realidad, con gran habilidad, el director guionista va destilando por los labios de Isabel la auténtica filosofía de vida y muerte que Teresa de Ávila fuera, un lejano cercano día, garabateando con pluma de ave por el sagrado cauce de sus escritos.

Resumiento: "Teresa, el cuerpo de Cristo" es un cine más carnal, más visual, más plástico, muy mediterráneo. A mi me llega "Teresa, Teresa" como un ejercicio de escritura fílmica más intimista, verbal, psicológico, más auténticamente místico (y pienso en Castilla).

No os la perdáis, si se encuentra en algún Video Club de vuestro barrio. O puede prestárosla un amigo...
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