Leíamos hace unos días en este blog el poema de Mario Benedetti "Quién sabe".Se hacía muchas preguntas el poeta uruguayo. Su final, muy próximo al pregón existencial del autobús ateo("Probablemente Dios no existe...") decía así: "¿Te importaría la presunción / de que si bien tú existes / dios quién sabe."
Si recordáis, constituía el centro del cartesiano discurso una visión negativa de la religión, sobre todo en el tema de la sexualidad. Refresco algunos párrafos:
"¿... has pensado que amar al dios intangible
suele producir un tangible sufrimiento
y que amar a un palpable cuerpo de muchacha
produce en cambio un placer casi infinito?
¿acaso creer en dios te borra del humano placer?
¿habrá dios sentido placer cuando inventó a eva?
¿habrá adán sentido placer cuando inventó a dios?
¿acaso dios te ayuda cuando tu cuerpo sufre...?"
Ingeniosos versos, nietzscheanos versos que hieren profundamente la sensibilidad del cristiano... Me pregunto: ¿son justos? ¿son verdaderos?
EROTISMO COMO PARODIA RELIGIOSA, COMO RITUAL MÁGICO
Tan dominante fue la cultura cristiana en la segunda mitad del pasado siglo, que la literatura, por ejemplo, o era católica, apostólica y romana, o se expresaba con furia antirreligiosa. Dicho de otra manera: que desfilaban los ciudadanos procesionalmente detrás del clero, o lo corrían a gorrazos, a panfletazos irreverentes...
Voy a presentar sólo un ejemplo de poema erótico "a lo religioso". Tan inmersos hemos estado en la fe que, al dejar de creer, uno siembra irresistiblemente por las estrofas, palabras como bautismo, comunión, viacrucis, letanía, padrenuestro, ángeles, templo... Que me perdonen los amigos de este blog a quienes disgustan expresiones de alto contenido erótico, sobre todo si vienen salpimentadas con vocabulario cristiano... Que ignoren el próximo poema de Emilio Durán, y aterricen la vista por los últimos títulos de este post, de autores con fe.
SI VOY POR TI DE ROMERO
Si por ti voy de romero,
en el bosque sagrado de tu pubis
se enreda mi medalla:
prescindo, pues, de ella.
Desnudo,
sin metal ni dioses
-con sólo el simpecado de mi sexo–,
me adentro en tus dominios:
la honda y tibia raya
me lleva hasta tu altar,
donde ofrendo mi boca.
¿Creatividad o blasfemia? ¿Autenticidad o esnobismo? Si estás interesado en conocer algún otro ejemplo, pulsa aquí, y accederás al desenfadado poema erótico de Cristina Peri "VÍACRUCIS".
EL EROTISMO, BENDICIÓN DEL CIELO
Nos subimos ahora al autobús de los poetas abiertos a la Trascendencia.El primero que nos visita es Luis Rosales (1910-1993). De él escribió Ernestina de Champourcin:
"Si en algunos poemas de Rosales encontramos un acento afin al de Panero, en otros vibra un gozo especial, una alegría clara que coincide casi siempre con temas donde se enciende un ingenuo y sincero júbilo religioso."
Sincero júbilo religioso trasluce Rosales en el poema "La Transfiguración", donde describe hermosamente la mística vivencia de una intimidad amorosa.Cuerpo y alma se unifican, en vuelo de trascendencia, como el cuerpo y el espíritu de Jesús en el Tabor:"Jesús cambió de aspecto: su cara brillaba como el sol y su ropa se puso resplandeciente como la luz" (Mateo 17, 2):
LA TRANSFIGURACIÓN
Siento tu cuerpo entero bajo el mío.
Tu carne es como un ascua,
fresca e imprescindible,
que está fluyendo hacia
mi cuerpo, por un puente
de miel lenta y silábica.
Hay un sólo momento en que se junta
el cuerpo con el alma,
y se sienten recíprocos, y viven
su transfiguración y se adelantan
el uno al otro en una misma entrega
desde su mismo origen deseada.
Siento tus labios en mis labios, siento
tu piel desnuda y ávida,
y siento, ¡al fin! esa frescura súbita
como una llamarada
de eternidad, en que la carne deja
de serlo y se desata,
se dispersa en el vuelo, y va cayendo
en la tierra sonámbula
de tu cuerpo que cede interminable–
mente cediendo, hasta
que el vuelo acaba y ya la carne queda
quieta, milagreada,
y me devuelve al cuerpo, y todo ha sido
un pasmo, un rebrillar y luego nada.
"UN ÁNGEL NOS AGUARDA TRAS EL BESO FINAL"
Cerramos página con versos de Victor Manuel Arbeloa, que testimonia líricamente la vivencia posterior al éxtasis amoroso, del que nos ha hablado Luis Rosales. Hace años descubrí por casualidad un poemario de Arbeloa, "La aventura del Tú", sensual y místico. Así escribía José Hierro en el prólogo:
"Es este un libro erótico -en el más puro sentido- detrás del que anda Dios, a cuyos brazos llegará el poeta "agotado de tanta belleza, ternura y maravilla"; pero llegará cuando muera. Ahora lo importante es vivir, vivir en plenitud amorosa, en presente amoroso".
Gran poeta Victor Manuel. Esperamos con impaciencia sus admiradores la edición completa de todos sus versos, tan desperdigados por agotadas ediciones. Es raro que sus paisanos navarros no hayan descubierto todavía la extraordinaria calidad literaria y humana del que fue Presidente del Parlamento Navarro (1979-1983):
COMO DESPUÉS DE LA FIESTA
Como después de la fiesta nos quedamos.
Hay un viejo perfume de lluvia entre tus piernas
y un desabor de vuelos de calandrias en mi boca.
Parece
que hemos desembarcado aquí de una aventura
y que un ángel nos aguarda tras el beso final.
¿No has oído tal vez aquellas lejanísimas
campanas del domingo?
¿No has visto el arco iris midiendo
la distancia entre tus pechos?
Igual que dos mendigos sonreímos
sin nada que ponernos ya en las manos.